Una serie de tres superlunas se sucederán en el calendario próximamente. La primera podrá verse durante la madrugada de este domingo día 3 al lunes 4 de diciembre.
Una superluna es una Luna que está llena cuando también está en o cerca de su punto más cercano en su órbita alrededor de la Tierra. Dado que la órbita de la Luna es elíptica, un lado (apogeo) está a unos 50.000 km más lejos de la Tierra que el otro (perigeo). Las lunas llenas de perigeo cercano parecen aproximadamente un 14% más grandes y un 30% más brillantes que las Lunas llenas que se encuentran cerca del apogeo en la órbita lunar.
Para ver las siguientes habrá que esperar al 2018, el 1 y el 31 de enero de este mismo año. "Las superlunas son una gran oportunidad para que las personas comiencen a mirar la Luna", dijo Noah Petro, investigador del Centro de Vuelos Espacial Goddard de la NASA.
Es difícil para nuestros ojos distinguir estos pequeños cambios de tamaño cuando la Luna está alta en medio de la inmensidad del cielo nocturno. Pero cada vez que se observa una Luna llena mientras se levanta o se pone, mientras está suspendida en el horizonte y resplandece a través de las siluetas de árboles o edificios, su tamaño aparente puede hacerla parecer el doble de grande.
De la trilogía de superlunas, la tercera será muy especial. En primer lugar, la superluna del 31 de enero contará con un eclipse lunar total, con una totalidad visible desde el oeste de América del Norte a través del Pacífico hasta el este de Asia. La órbita de la Luna alrededor de nuestro planeta está inclinada, por lo que normalmente cae por encima o por debajo de la sombra de la Tierra.
Aproximadamente dos veces al año, una Luna llena se alinea perfectamente con la Tierra y el Sol de modo que la sombra de la Tierra bloquea totalmente la luz del Sol, que normalmente se reflejaría en la Luna, explica la NASA.
En las zonas referidas, el 31 de enero, la Luna perderá su brillo y adquirirá un brillo misterioso, más débil de lo normal, de la escasa luz solar que atraviesa la atmósfera de la Tierra. A menudo emitidas en un tono rojizo debido a la forma en que la atmósfera dobla la luz, las Lunas totalmente eclipsadas a veces se llaman 'Lunas de sangre'.