Una recuperación económica tras la crisis del coronavirus con estímulos 'verdes' y menos inversiones en combustibles fósiles podría contribuir a que el planeta se enfríe 0,3 grados en 2050, lo que ayudaría a la lucha mundial contra el calentamiento climático. Es la conclusión principal de un estudio realizado por 14 investigadores de instituciones de Alemania, Austria, Estados Unidos y Reino Unido, y publicado en la revista 'Nature Climate Change'.
Los investigadores indican que las temperaturas globales sólo bajarán 0,01ºC en 2030 si no se adoptan medidas estructurales y se mantienen algunas medidas de confinamiento hasta finales de 2021 para contener la pandemia del Covid-19. La respuesta global a la crisis del coronavirus ha producido una repentina reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de los contaminantes atmosféricos.
Los autores del estudio señalan que las emisiones mundiales de NOx (óxidos de nitrógeno) cayeron hasta un 30% el pasado mes de abril y las de SO2 (dióxido de azufre) lo hicieron en un 20%. El efecto directo de las medidas adoptadas para frenar la pandemia enfriará el planeta 0,01ºC en 2030 en comparación con un escenario en el que no se hubieran adoptado decisiones de bloqueo social y económico.
Sin embargo, el estudio, dirigido por la Universidad de Leeds (Reino Unido), indica que adoptar medidas de política climática como parte de un plan de recuperación económica con un fuerte estímulo verde podría prevenir más de la mitad del calentamiento adicional esperado para 2050 bajo las políticas actuales. Ello proporcionaría una buena posibilidad de que las temperaturas mundiales se sitúen por debajo del objetivo de 1,5ºC de calentamiento global en comparación con la era preindustrial, recogido en el Acuerdo de París para evitar los peores efectos de la crisis climática.