El asteroide 2012-DA14 de 130.000 toneladas pasó a apenas 27.860 kilómetros de la Tierra, en la que supone la mayor aproximación de un objeto cósmico peligroso a nuestro planeta. Si la Tierra fuera una pelota de tenis y la Luna una canica situada a dos metros de distancia, el asteroide hubiera pasado a tan solo 14 centímetros de la Tierra.
El asteroide fue detectado por astrónomos en España hace un año, cuando se hallaba a 4,3 millones de kilómetros de la Tierra, y se aproximó al planeta a 28.100 kilómetros por hora. La roca tiene el tamaño de medio campo de fútbol y es tan opaca que los astrónomos sólo pueden observar su trayectoria en la gama infrarroja del espectro donde se refleja el calor del Sol.
Si el 2012DA14 hubiera estado en curso de colisión con la Tierra, habría estallado en la atmósfera con una potencia de 2,5 megatones, equivalente a 157 veces la energía liberada por la primera bomba atómica detonada sobre Hiroshima en 1945. Tal estallido causaría destrucción en una amplia región, pero de ninguna manera sería una amenaza para la vida en el resto del planeta.