Trasplante
Trasplantan un riñón de cerdo a un ser humano
Un equipo médico de un hospital de Nueva York consiguió, por primera vez en la historia, unir temporalmente el riñón de un cerdo a un ser humano. El riñón hizo lo que se supone debía hacer, filtrar los desechos y producir orina, sin provocar rechazo. Es un paso decisivo para los llamados xenotrasplantes, los trasplantes de órganos de animales a seres humanos.
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El órgano del cerdo fue probado en una mujer que se hallaba en muerte cerebral. Su familia dio el visto bueno para que se efectuara el experimento durante algo más de dos días (54 horas) antes de quitarle el soporte vital.
El riñón fue extraído de un cerdo, el animal que se considera más adecuado para hacer frente a un problema creciente: la técnica de trasplantes de órganos cada vez está más perfeccionada, pero hay escasez de donantes y de órganos viables.
Eso sí, los órganos de los cerdos tienen un inconveniente para los seres humanos: contienen una molécula de azúcar extraña para el cuerpo humano, que provoca el rechazo del órgano. Pero el cerdo que se utilizó para este trasplante estaba modificado genéticamente para eliminar esa molécula y evitar una respuesta dañina por parte del sistema inmune.
El riñón no fue introducido en el cuerpo de la mujer, sino que fue unido a vasos sanguíneos de la parte alta de las piernas de forma externa. Los médicos pudieron observar su funcionamiento y tomar muestras durante su unión al cuerpo humano. "Funcionaba con total normalidad", aseguró el jefe del equipo quirúrgico, el doctor Robert Montgomery. "No se produjo el rechazo inmediato que temíamos".
La mujer deseaba donar sus órganos, pero no eran aptos para una donación tradicional. Diversas compañías biotecnológicas buscan desarrollar órganos de cerdo aptos para realizar trasplantes a fin de contrarrestar la escasez de órganos humanos.
Se abre una nueva vía, pero se cuestiona su ética
El experimento allana el camino para los primeros trasplantes experimentales de riñón o corazón de cerdo en personas vivas en los próximos años. Otra cosa son los interrogantes bioéticos que se plantean. El profesor Benjamín Herreros, del Instituto de Ética Clínica de la Universidad Europea, afirma que "los animales merecen un respeto, y modificarlos genéticamente para extraerles órganos para beneficio humano plantea sin duda un problema ético".
Marc Güell, doctor en Biomedicina y profesor en la Universidad Pompeu Fabra, piensa que "en cualquier humanismo, el derecho a la vida es un valor superior, y en estos casos hablamos de operaciones que salvarían vidas. Para mí es muy buena noticia, porque uno de los problemas médicos más graves que existen es la falta de órganos para trasplantes. Incluso en España, que es un país puntero en trasplantes, la escasez de órganos es enorme".
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