Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha desarrolado un nuevo sistema de refrigeración que permite la conservación y transporte de vacunas del coronavirus que necesiten muy bajas temperaturas, ya que el sistema es capaz de alcanzar hasta los 200 grados bajo cero.
El Contenedor Autónomo Ultrafrío-CAU es escalable para todo tipo de cámaras, desde las de las furgonetas de reparto de material médico-farmacéutico, hasta neveras industriales, grandes contenedores de mercancías o en centros logísticos de almacenamiento y distribución.
El sistema ha sido desarrollado por el CMT-Motores Térmicos de la UPV. Alcanza los -200 grados centígrados estables, utilizando exclusivamente aire ambiente como refrigerante y es 100% autónomo con alimentación eléctrica.
"Con él podríamos cubrir todo el proceso tanto de transporte como de almacenamiento de las vacunas, asegurando en todo momento que las cámaras se mantienen a la temperatura requerida para garantizar su correcta conservación", ha explicado Vicente Dolz, investigador del CMT-Motores Térmicos de la UPV.
La solución en la actualidad para conservar las vacunas del coronavirus que necesitan estar a [[LINK:INTERNO|||Video|||5fac49907ed1a8bd7695de44|||temperaturas criogénicas (-70°C)]] es utilizar hielo seco, que sublima a -78ºC, o nitrógeno líquido, que evapora a -196ºC, para refrigerar los contenedores de vacunas. Sin embargo, según apuntan los investigadores del CMT-Motores Térmicos de la UPV, esta opción tiene inconvenientes, ya que no es fácil controlar la temperatura y las ampolletas, y si se someten a temperaturas demasiado extremas pueden dañarse.
"La situación de emergencia sanitaria actual y las nuevas técnicas de fabricación de vacunas requieren de nuevas técnicas de refrigeración a muy bajas temperaturas", destaca José Ramón Serrano, investigador del CMT-Motores Térmicos de la UPV.
Según Serrano, las limitaciones industriales y fiscales para la fabricación y comercialización de fluidos refrigerantes tradicionales hacen necesario buscar nuevas tecnologías de ultra-refrigeración eficaces, pero a la vez respetuosas con el medio ambiente y que minimicen las emisiones de CO2. "Es a esa necesidad a la que responde el sistema que hemos ideado en nuestros laboratorios", indica.