Técnicos de la Fundación Oso Pardo han grabado en la subpoblación de osos del occidente cantábrico, el momento que precede a la emancipación de los oseznos, cuando un gran macho se acerca a un grupo familiar, compuesto por la osa y sus dos oseznos de segundo año.
La hembra repele el acercamiento, enfrentándose al macho e interponiéndose entre éste y sus crías, que miran expectantes desde el borde del cortado rocoso.
De abril a julio se produce el celo de los osos en la Cordillera Cantábrica. Es el momento en que los machos tratan de aparearse con el mayor número posible de hembras, pero en ocasiones éstas aún se encuentran acompañadas de sus crías, como recoge la escena del vídeo.
Si los cachorros son de segundo año, es decir, nacieron en enero del año anterior, habrá llegado el momento de la emancipación para ellos.
No es la primera vez que los técnicos de la FOP observan esta escena, seguida días después de observaciones de los jóvenes ya independizados alimentándose tranquilamente, y la hembra iniciando el cortejo con el macho en otra zona.
La mayoría de las separaciones familiares se producen en esta época del año, y están asociadas a la presencia de un macho adulto cerca del grupo familiar, lo que desencadena la marcha de la madre, para el inicio de un nuevo ciclo reproductor, y la emancipación de las crías.
Tras independizarse, con algo menos de un año y medio de edad, los hermanos de una camada mantienen sus lazos fraternales y suelen permanecer juntos durante al menos un año más, explica la Fundación Oso Pardo en un comunicado de prensa. Varios de estos casos se documentan y explican en el libro "Osas.