"Como hay hombres cuya curiosidad no
se satisfaría oyendo simplemente contar las cosas maravillosas que he visto y
los trabajos que he sufrido durante la larga y peligrosa expedición que voy a
describir, he creído que debería dar cuenta en pocas palabras de lo que originó
mi viaje y los medios por los cuales he sido lo bastante feliz para realizarlo".
Son las palabras del cronista
Antonio Pigafetta, testigo de la primera vuelta al mundo.
Esa hazaña cambió el mundo y, sin quererlo, se convirtió también en la
primera globalización del planeta y en punta de lanza para próximos
descubrimientos. El viaje comenzó el 20 de septiembre de 1519. Un total de 239
hombres y 5 naos de madera partieron del puerto de Sanlúcar de Barrameda rumbo
al otro lado de la Tierra sin saber que volverían. Al frente de la expedición,
financiada por la corona española, estaba el portugués Fernando de Magallanes a
quien el rey de Portugal no quiso apoyar. Una decisión de la que pronto se
arrepentiría.
Magallanes diseñó la ruta. Navegaron por el Oeste en dirección a las islas
Molucas, hoy pertenecientes a Filipinas. Querían evidenciar que en un mundo
partido en dos por el Tratado de Tordesillas, esas ricas islas eran españolas. Quinientos
años después, en los actos de conmemoración de esa primera vuelta al mundo, es
hora de reivindicar también el papel del otro gran protagonista, el español
Juan Sebastián Elcano.
"A Magallanes hay que reconocerle su tesón, que llevó a descubrir el Estrecho que lleva su nombre"
"Vamos a reivindicar el papel de cada uno de los protagonistas. Siempre se
ha hecho mucho hincapié en Magallanes pero él no quiso dar la vuelta al mundo.
Él quería llegar a la isla de las especias. Fue Elcano, junto con la
tripulación, el que completó la vuelta al mundo", explica a Antena 3 Braulio
Vázquez, experto del Archivo General de Indias.
Vázquez explica con pasión cada detalle de esta historia de la que siguen
descubriéndose sorpresas. Su hipótesis sobre por qué se mantuvo en la sombra a
Elcano es esta: "El gran culpable es Pigafetta. Habla mucho de Magallanes pero
omite la segunda parte de la expedición que es la vuelta al mundo. Conscientemente
lo oculta. Escamotea los éxitos de España".
Elcano, marinero nacido en la localidad vasca de Guetaria, tuvo un papel
trascendental en esa hazaña nunca antes lograda y, también, fue por casualidad.
Una deuda impagada con unos banqueros en Italia fue el
origen de que acabara en Sevilla y enrolándose en la expedición encabezada por
Fernando de Magallanes. "A Magallanes
hay que reconocerle su tesón, que llevó a descubrir el Estrecho que lleva su
nombre, el Estrecho de Magallanes, y la navegación por el Pacífico sin escalas,
de 100 días, que fue un hito espectacular. A Elcano y al resto de los
tripulantes... el mérito principal es sortear la ruta de los 40 rugientes",
explica Vázquez.
"La vuelta a la India y a
Asia, que iba costeando África, era bastante conocida pero Elcano y sus hombres
tenían que evitar a los Portugueses y toman una ruta más al Sur. Demuestran una
habilidad marinera sin par", precisa el experto.
Una odisea en el mar
Volviendo a la gesta y no solo en sus protagonistas, lo que inició esta
vuelta al mundo fue el deseo, la ambición por llegar a las islas Molucas por un
camino diferente al portugués, que contorneaba África a través del Cabo de
Buena Esperanza, atravesando el Índico para llegar al sudeste asiático. Las
islas Molucas eran ricas productoras de especias y de jengibre, productos
carísimos en Europa. Para entenderlo mejor se suele comparar que un grano de
mostaza valía su peso en oro.
Magallanes y Elcano lo consiguieron aunque la pérdida de vidas humanas y
las dificultades darían para varias series de televisión. "La expedición estaba
aprovisionada para 2 años. El tamaño de la Tierra no se conocía con exactitud.
Se atribuía un tamaño a la Tierra menor. Ignoraban lo grande que era el
Pacífico y según sus cálculos llevaban comida suficiente", narra Vázquez.
Esa vuelta conectó al mundo entero, demostró que la Tierra era navegable
Ante ese panorama, el cuero de los mástiles reblandecido en agua se
convierte en un manjar y hasta el precio de las ratas se dispara. Lo que estaba
en juego era la supervivencia. "Tienen un incidente y emprenden el Pacífico con
3 naos. La comida se les acaba. Eso provoca una enfermedad que es el escorbuto
y gracias a que tocan tierra en la isla de Guam, se salva la mitad de la
expedición. Llegan a comer serrín, cuero, gusanos, las ratas se pagan a medio
ducado. Necesitaban vitamina C y las ratas la procesan bien. Comiendo ratas
crudas subsanaron ese déficit", afirma el experto.
Tres años después, 18 exploradores y una nave sobrevivieron. Regresaron a
España por un camino distinto al de partida. Años más tarde, regresarían
también 4 ó 5 tripulantes de la nao Trinidad, que quedó atrás no sin tratar de
buscar el camino de vuelta. Esos últimos supervivientes llegaron a tierras
españolas pasando de cárcel en cárcel.
La lucha por la supervivencia
Durante la travesía hubo motines, hambre y una flecha envenenada mató a
Magallanes, por lo que Elcano tomó el timón. Quinientos años después, para
muchos, esta hazaña es lamentablemente desconocida.
Esa vuelta al mundo cambió el destino de la Humanidad para siempre. Conectó
al mundo entero, demostró que la Tierra era navegable por completo, abrió la
veda para que otras expediciones españolas navegaran hacia el Pacífico y
extendió el uso del español que se convirtió en el primer idioma en dar la
vuelta al mundo. ¿Merece o no merece esta historia ser contada?
Vamos a reivindicar el
papel de cada uno de los protagonistas. Siempre se ha hecho mucho hincapié en
Magallanes pero él no quiso dar la vuelta al mundo. Él quería llegar a la isla
de las especias. Fue Elcano el que completó la vuelta al mundo.
A Magallanes hay que
reconocerle su tesón, que llevó a descubrir el Estrecho que lleva su nombre, el
Estrecho de Magallanes, y la navegación por el Pacífico sin escalas, de 100
días, que fue un hito espectacular. A Elcano y al resto de los tripulantes… el mérito
principal es sortear la ruta de los 40 rugientes.
La tripulación se muere de hambre. Llegan a comer serrín, cuero, gusanos, las ratas se pagan a medio ducado
La vuelta a la India y a
Asia, que iba costeando África, era bastante conocida pero Elcano y sus hombres
tenían que evitar a los Portugueses y toman una ruta más al Sur. Demuestran una
habilidad marinera sin par.
La expedición estaba
aprovisionada para 2 años. El tamaño de la Tierra no se conocía con exactitud.
Se atribuía un tamaño a la Tierra menor. Ignoraban lo grande que era el
Pacífico y según sus cálculos llevaban comida suficiente.
Tienen un incidente y
emprenden el Pacífico con 3 naos. La comida se les acaba. Eso provoca una
enfermedad que es el escorbuto y gracias a que tocan tierra en la isla de Guam,
se salva la mitad de la expedición. Llegan a comer serrín, cuero, gusanos, las
ratas se pagan a medio ducado. Esa falta de vitamina C, si te comes las ratas
crudas subsana ese déficit…
Si se hiciera una serie
de televisión, había que hacer 3 temporadas. El gran culpable es Pigafetta.
Habla mucho de Magallanes pero omite la segunda parte de la expedición que es
la vuelta al mundo. Conscientemente lo oculta. Escamotea los éxitos de España.
La nao Trinidad.
Historia. Al final hay 4 o 5 tripulantes que consiguen dar la vuelta al mundo
pero de prisión en prisión. Falta una visión de
conjunto porque los historiadores que se han acercado a este tema, van
conociendo unos testimonios u otros.
¿Por qué el Pacífico se llama Pacífico?
Porque la expedición de Magallanes se encuentra una situación bastante plácida.
Según algunas obras, ese año hubo dos fenómenos atmosféricos, tuvieron un mar
que les permitió navegar sin complicación.
10 de agosto de 1519, 239
hombres y 5 naos de madera partieron del puerto de Sevilla rumbo al otro lado
de la tierra sin saber que volverían. 18 exploradores y una nave sobrevivieron.
Capitaneados por el portugués Fernando de Magallanes y a su vuelta por el
español Juan Sebastián Elcano.
Navegaron por el Oeste y
provocaron, sin quererlo, la primera globalización. Querían evidenciar que las
Islas Molucas estaban en territorio español. El Tratado de Tordesillas dividía
al mundo en dos, en los territorios que se repartieron las Coronas de Portugal
y Castilla. Las Islas Molucas eran ricas en especias y jengibre, algo que en
Europa era carísimo. Un grano de mostaza valía su peso en oro.