En tierras de vino, el color tinto lo inunda todo. Unos 5.000 guerreros han participado en esta contienda, la Batalla del Vino, en Haro, La Rioja, a pesar de que hoy la temperatura ha sido bastante desagradable. El ayuntamiento ha entregado 84 cántaras de vino que se han vertido a lo largo de esta mañana. Una munición de 50.000 litros ha servido para matar a los contrarios pero risa.
Porrones, sulfatadoras, jarras, pistolas de agua, cualquier insólita e inofensiva arma es válida para empapar al prójimo. Reponen munición y al ataque. La indumentaria para participar en esta batalla es la siguiente: vestir de blanco y llevar el pañuelo rojo.
El origen histórico de este litigio se centra en un conflicto territorial entre la localidad burgalesa de Miranda de Ebro y la riojana de Haro por la posesión de una zona colindante. Después la batalla se centró en motivos religiosos para celebrar San Pedro, San Juan y San Felices.
En aquellas romerías, muchos criticaban este derroche tanto que las mujeres de Haro tardaron en sumarse a este festival varios años. Ahora la Batalla de Vino está considerada como Fiesta de Interés Nacional. Una refrescante lluvia veraniega que viste la tradición de color grana.