Adele despuntó hace algunos años como un referente de la música y, en lo poco que va de 2013, la británica ya ha ganado un Grammy. Hace pocos días un magnate sudafricano quiso contratar a la cantante para que actuase en la boda de su hija pero el elevado presupuesto le desanimó.
El millonario sudafricano Vivian Imerman quiso que Adele estuviera presente en el matrimonio de su hija pero la gran suma de dinero que quería cobrar no entraba en el presupuesto de Vivian a pesar de ser considerado un hombre adinerado. En concreto, la suma de dinero que Adele pedía por una actuación de 25 minutos superaba los 3 millones de dólares.
Una fuente cercana al magnate declaró en el periódico Daily Star: "Vivian está planeando una boda por todo lo alto. En la boda de su hija mayor pagó miles de dólares a Amy Winehouse y tenía pensado hacer lo mismo esta vez con Adele. Se sorprendió muchísimo cuando le dijeron el precio total de la actuación, que le pareció excesivamente caro a pesar de tener unas cuentas bancarias portentosas y por eso está buscando a otros artistas".
Aunque Adele no cuente con la suma de dinero de este evento no se preocupa ya que la solicitada artista está a punto de firmar un contrato de 15 millones de dólares con una conocida marca de cosméticos.