Con su guitarra se ha recorrido las salas de media España en la última década en conciertos para decenas de personas. Pero su salto fue desde más abajo, concretamente desde el metro.
Con su música, basada en historias de su vida, ha tocado el corazón a miles de personas. Andrés comenta que "todo lo que canto lo besé y pudo no haber ido bien".
Su próxima parada es el Palacio de los Deportes a pocos metros de la estación donde comenzó, aunque nadie sabe dónde puede acabar su viaje.