La fórmula imbatible que siguen la mayor parte de los spots publicitarios navideños es provocar en nosotros una emoción, arrancarnos una sonrisa o dejarnos pensando con una moraleja.
De esta forma los anuncios consiguen ser recordados a la vez que consiguen fidelizarnos con la empresa que está detrás de ellos.
Este año, Correos ha elegido el humor para hacernos llegar su mensaje de compromiso durante los 365 días del año.