Navidad
Un belén a base de elementos reciclados enamora a médicos y pacientes en un hospital de Ourense
Impresiona por el gran tamaño de sus figuras. Su creadora, Lourdes, es una auxiliar de enfermería que dedicó siete meses a trabajar sin descanso para terminarlo: “Quería tener la cabeza ocupada”.
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Los hay de todas las formas, tamaños, materiales… Llega la Navidad y con ella los belenes. Se hacen por tradición, por fe, por cariño… Y hay quien los elabora casi como terapia. Es el caso de Lourdes de Gil Gago, una auxiliar de enfermería del Hospital de Verín, en Ourense, que ha dedicado horas y horas a configurar el belén que ahora hace las delicias de sus compañeros y también de los pacientes.
“Quería expandir mi mente, tenerla ocupada para no pensar”, explica Lourdes. Al final, pensar sí que tuvo que pensar, solo que en otras cosas. ¿Qué utilizar para hacer las cabezas? ¿De dónde sacar las telas? ¿Cómo construir un gallinero?
Fueron siete meses de trabajo intenso pero de mucha satisfacción, nos cuenta. “Empecé haciendo los muñecos. La cabeza es una bola de las típicas de los parques de bolas de los niños”, comienza describiendo. “En casa tenía un montón de ellas de mis nietos y no sabía qué hacer con ellas porque ya van siendo mayores”. Original forma de reciclarlas, sin duda.
Así con todo. “Por debajo cada muñeco está hecho con un vaso de plástico. Todo reciclado, las telas las tenía yo algunas y otras me las fueron dando mis compañeras”. Se implicaron todos. Era tal la ilusión que el que podía aportaba su granito de arena. “Retales que tenían por casa, algunas compañeras me trajeron puntillas. Y yo con lo que iba teniendo se me ocurrían nuevas cosas que hacer”
Más de 40 figuras y todo tipo de escenas
Fue lo que ocurrió con el peregrino. Un día encontró por casa una calabaza pequeña seca y lo vio claro. Faltaba buscar unas conchas, una tela del color adecuado y listo. Una figura más. En total son 40.
Además de las clásicas e imprescindibles, están también los oficios y las escenas cotidianas: el panadero con su panadería, la que cuida de los animales, la que lava en el río y tiende la ropa. No le falta detalle.
La auxiliar que cosía mascarillas
No es el primer belén que realiza esta auxiliar. Su arte para las manualidades y su mimo para hacer las cosas es de sobra conocido. Hace dos años hizo otro en cartón que también se conserva en el hospital. Y más allá de la tradición navideña, durante la época más dura de la pandemia se encargó de coser mascarillas para todo el personal del hospital.
La sonrisa se le dibuja enseguida nada más hablar de su creación. Entre sonrojada y orgullosa. Probablemente el motivo que le llevó a comenzar esté ya olvido, o no, pero desde luego lo ha convertido en algo digno de ver. Todo el que se acerque al Hospital de Verín estas semanas podrá disfrutarlo.
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