Camilla Läckberg dibuja en "El Espejismo" una Suecia de terrorismo, extremismo político y misterio

"Le quedan catorce días, una hora y doce minutos... de vida". Es el mensaje telefónico que recibe Niklas Stockenberg, ministro de Justicia de Suecia, una noche de diciembre. Es el punto de partida de "El Espejismo", la novela con la que Camilla Läckberg cierra la exitosa trilogía iniciada con "El Mentalista" y escrita a cuatro manos precisamente con un mentalista, Henrik Fexeus. Los seguidores de la novelista sueca se encontrarán, de nuevo, con la inspectora de Policía Mina Dabiri, con el mentalista Vincent Walder y el resto de personajes cuyas peripecias ya han seguido en "El Mentalista" y en "La Secta", todos ellos publicados por Planeta.

Me encuentro con Camilla Läckberg y Henrik Fexeus en Estocolmo. Antes de realizar la entrevista, Henrik Fexeus propone un juego en el que nos pueda mostrar sus capacidades. Fexeus no es ningún desconocido en Suecia. Reconocido mentalista y experto en lenguaje y comunicación corporal, su presencia en televisión es habitual. Guarda cuatro bolas blancas y una negra en una bolsa y hace que cada una de las cinco personas que participamos en el juego coja una. Sólo cada uno de nosotros sabe de qué color es la suya. Fexeus apenas necesita cinco minutos para saber quién esconde la única bola negra. Y reconoce que ha sido sencillo. Acaba de ganarse mi respeto.

La gran dama de la novela negra nórdica

Considerada la gran dama de la novela negra nórdica, Camilla Läckberg ha vendido cuarenta millones de ejemplares de sus novelas en 60 países. Una librería con todas sus traducciones a 47 idiomas ocupa una pared entera en la oficina donde nos encontramos. Sus asesinos inventados son siempre personas de una gran inteligencia aficionados a los retos mentales, a los códigos numéricos, a los desafíos... Un perfil, reconoce, muy alejado de los criminales reales. "Normalmente los asesinos de la vida real son estúpidos, algo simples, disparan o apuñalan y ya está; darían para una novela muy breve, -me responde Läckberg-. Por eso en las novelas negras en asesino debe ser muy inteligente y saber engañar a la Policía, al menos durante un tiempo".

En "El Espejismo", la cuenta atrás avanza sin detenerse, como un reloj de arena. Y a la trama inicial, en la que se investiga la aparición en un túnel del metro de Estocolmo de los restos óseos de un conocido financiero desaparecido, se van sumando más cadáveres y mas sospechas. Corrupción económica, terrorismo, mafias internacionales, grupos de ultraderecha, misteriosas amenazas..., son elementos que se van sumando al relato. "Es una obra de ficción,-explica Henrik Fexeus-, pero nosotros describimos el mundo como lo vemos. Por ejemplo, hay corrupción en todo el mundo y Suecia no es ninguna excepción, hacemos un retrato honesto de la Suecia de hoy". Un retrato alejado del tópico del estado de bienestar de los países nórdicos, pero que muestra su cara real en las noticias de los periódicos.

"Las mujeres somos más interesantes como asesinas"

Escribir un ensayo entre dos autores puede parecer razonable, pero escribir ficción a cuatro manos me llama un poco la atención. Camilla y Henrik explican su forma de trabajar en estas tres novelas que han escrito. "Nos sentamos juntos y dibujamos las líneas generales de la historia. Repartimos las diferentes escenas entre los dos, cada uno escribe las suyas y después las intercambiamos para introducir los cambios que consideremos oportunos en lo escrito por el otro. El objetivo es que no se sepa quién ha escrito cada página, que seamos una sola voz", señalan.

Hombres y mujeres matan de forma diferente. Esa es una realidad en cualquier país, también en Suecia. Les pregunto quién mata mejor. "A mí me parece -explica Camilla- que las mujeres son más interesantes como asesinas, somos más malas; los hombres pegan un tiro o golpean con un bate de beisbol para matar, pero la mujer es capaz de matar lentamente, de ir envenenando a su víctima a lo largo de varios meses, sin prisa". Henrik interrumpe con ironía: "¿Te parece mejor matar a una persona envenándola durante un año?". "Quizá no mejor, pero sí mas interesante -responde ella-. Es más eficiente hacerlo de otra manera, pero así es más interesante".

Una casa en España

Llama la atención en "El Espejismo" la sutil destrucción de la familia como institución. Apenas hay personajes que mantengan una vida familiar digamos... estándar. Camilla lo explica así: "Yo misma he estado casada tres veces; en Suecia la mitad de los matrimonios se divorcian; la familia es lo más complicado; sin olvidar que el hogar familiar es el lugar más peligroso del mundo, el sitio donde se cometen un alto porcentaje de asesinatos y actos de violencia". "La familia normal y corriente no existe", añade Fexeus.

La trama de "El Espejismo" se desarrolla en Estocolmo, en los túneles de su conocido metro, en su jefatura de policía, en los barrios más pudientes y en lujosas mansiones. Läckberg es una de las principales autoras de la novela negra nórdica, con cielos plomizos, calles solitarias y nevadas, y costumbres nórdicas, como el glögg sueco, esa bebida a base de vino caliente que se toma en fechas navideñas. precisamente en las que se desarrolla la cuenta atrás de "El Espejismo". Pero Läckberg, originaria de un pueblo costero de Suecia, ha sucumbido a la inevitable atracción del sur de Europa. Acaba de comprar una casa en Altea (Alicante), tal como muestra en su muy activa cuenta de Instagram. Le pregunto si ahora, en sus futuras novelas, habrá algo más de sol y de vida callejera. "Me encanta España, su clima, la comida, la gente... Nunca se sabe las historias que pueden salir de España", responde, dejando ahí el enigma. Como en sus novelas.

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