Los diestros Cayetano Rivera Ordóñez y José Garrido evolucionan favorablemente de las cornadas sufridas en los dos últimos días en la plaza de toros de Zaragoza, durante la celebración de la feria del Pilar.
En cuanto a Cayetano, tras visitarle este jueves en la Clínica Quirón el doctor Val-Carreres ha indicado que el torero ha pasado la noche tranquilo y sin fiebre, aunque con las lógicas molestias derivadas de la intervención a que él mismo le sometió en la enfermería del coso.
El médico considera que aún ha pasado poco tiempo desde la operación para dar un pronóstico definitivo, pero ha explicado que, con todo, la "herida presenta buen aspecto, los drenajes funcionan adecuadamente y tiene buen pulso pedio". Cayetano fue corneado duramente por el segundo toro de la corrida de feria de este miércoles, perteneciente a la ganadería de Parladé.
El astado le infirió una cornada en la parte superior interna del muslo izquierdo, con un orificio de entrada de 6 centímetros y tres hondas trayectorias, una de las cuales le llegó hasta el pubis, generándole una profusa hemorragia. A pesar de la gravedad del percance, Cayetano tuvo la entereza de permanecer en el ruedo hasta dar muerte al astado de una estocada, tras una faena que le valió el premio de dos orejas que no pudo recoger al ser trasladado rápidamente a la enfermería.
El doctor Val-Carreres informó momentos después de la operación que el cuerno había producido serios destrozos musculares en la pierna izquierda de Cayetano pero se alegró de que, "milagrosamente", no se hubiera roto ningún vaso sanguíneo importante en las tres profundas trayectorias de la herida. En la clínica zaragozana convalece también el diestro extremeño José Garrido, corneado de menor gravedad el pasado martes en la misma plaza y protagonista de un gesto muy similar al de Cayetano, pues, del mismo modo, permaneció herido en el ruedo hasta dar muerte al astado y cortarle un trofeo, antes pasar a manos de los médicos.
La evolución de Garrido es igualmente favorable, aunque la persistencia de ciertos dolores, a causa de los fuertes golpes sufridos además en el percance, ha hecho que el torero sea hoy sometido a una resonancia magnética.
El doctor Val-Carreres, que también vigila su estado, ha explicado a sus allegados que, de no confirmarse ningún daño mayor en la prueba, Garrido podría ser dado de alta antes del domingo.