LOS CORRECTORES DEL IDIOMA CELEBRAN SU DÍA
Hay una profesión poco conocida, pero que debería tener un mayor reconocimiento público: son los correctores del idioma que vigilan que los textos estén bien escritos. Damos un paseo con ellos para comprobar las muchas barbaridades que se pueden leer en la calle.
Son cazadores. Su principal arma es el Diccionario de la Real Academia Española y su munición, la buena ortografía. Son los componentes de la Unión de Correctores: escritores, profesores o periodistas. En definitiva, profesionales de la corrección de textos que dan caza a las erratas de todo tipo.
Pongámosles a prueba. Precisamente en el Barrio de las Letras de Madrid detectan varios gazapos. En las calles de Barcelona también saltan las alarmas. Loteria, optica o cerveceria... Los errores que más se repiten son la falta de tildes y el abuso de las mayúsculas. Existen los carteles ofenden a simple vista y otros son casi ilegibles.