Enología
¿Cómo serán los vinos que bebamos en el futuro? Las respuestas del enólogo Bequer Prieto
Los nuevos gustos de los consumidores y el cambio climático modifican los vinos. Hemos recurrido a un enólogo para que nos expliquen cómo son los vinos que beberemos en el futuro: ¿más afrutados, con menos graduación...?.
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Las bodegas están viviendo uno de los momentos más complicados de su historia. Se enfrentan a un doble reto: nunca como ahora el cambio climático afecta a los viñedos y nunca como ahora el gusto de los consumidores les obliga a una modificación en la elaboración de sus vinos. El 18 de febrero es el día internacional de beber vino en algunos países. Aprovechamos para que un enólogo nos ofrezca las claves a estos retos. Hablamos con Bequer Prieto, enólogo y director técnico de Bodegas Zifar.
"Tenemos que adecuarnos a lo que el mercado nos manda. Y lo que quieren los consumidores es menor alcohol pero con los mismos índices de madurez, con lo cual es tremendamente complicado. Vamos en ese camino. Serán vinos equilibrados, más frescos y con menos madera. Creo que la madera dejará de ser la protagonista. Eso nos permitirá tener un punto de pureza de cada uva, de cada zona. Eso creo que es lo importante. Los suelos que sean buenos serán los tengan mejores bazas", nos comenta Prieto.
La influencia del cambio climático en el vino
Un futuro que somete a los bodegueros, enólogos y directores técnicos a un reto tremendo. "En 2021 yo empecé a vendimiar el 7 de septiembre. Yo recuerdo empezar a recoger la uva con mis abuelos en El Pilar, el 12 de octubre. Hablamos de seis semanas de diferencia. Todos los recursos los pondremos para que nuestras viñas, durante el verano, trabajen a tope y así poder vendimiar antes. Eso nos permitirá equilibrar los niveles de alcohol y de acidez. Esa es nuestra batalla. En Ribera estamos muy condicionados porque utilizamos una única variedad, el tempranillo, en un 75%. El tempranillo es una variedad tremendamente complicada para el calor. Porque es una uva que se asusta bastante. Se intente proteger con las altas temperaturas. Pero cada vez tenemos años más cálidos. El debate de Ribera del Duero y quizás en otras zonas también será utilizar variedades de ciclo más largo, más frescas, que aguanten más el calor".
Nuevos viñedos: sin agua... es la muerte
¿Veremos viñedos bajo plásticos y con riego? Bequer Prieto se apresura a decir que no, pero después se lo piensa: quizás en su mente haya más un deseo que un futuro incierto. Pero al final concluye que no. "Yo creo que no. Pero hoy en día plantearse un viñedo, una nueva plantación, sin riego es complicado. El problema es que la autorización de prospecciones es nula. Hay una sobreexplotación absoluta. Y sin agua una plantación nueva es difícil. Lo que antes tardábamos tres años en poder comenzar a producir de un viñedo, ahora tardamos seis, siete e incluso ocho años, y con mucho riesgo de que no prosperen, de que no salga adelante. La pluviometría es muy estacional. Nosotros plantamos a finales de primavera y si lo hacemos sin agua... muerte. 15 días que no tengamos agua es la muerte para una nueva planta. El cambio climático nos obliga a tener cada vez más días de calor, más acumulación de grados y menos pluviometría cuando la necesitamos", comenta.
Menos vino y más caro
En la zona de Peñafiel es habitual ya ver plantaciones superiores a los 900 metros. Y en otras zonas de España se llega a los 1200 metros de altitud. Con una superficie menor para cultivar, significará que ¿habrá menos vino en el mercado? "Habrá vino más elitista. La desertificación es imparable. Creo que habrá una parte que tendrá que regularizar su superficie vitivinícola, como La Mancha, donde se producirá un arranque masivo. Este año se han autorizado arranques de viñedos en Burdeos de 16.000 hectáreas. Si los franceses están haciendo esto... nosotros vamos detrás. Con Rioja está ocurriendo algo parecido. Entonces sí, tendremos menos vino más elitista, para quien se lo pueda permitir. La política agraria común nos obligará a regularnos. Somos muy excedentarios en vino. No podemos seguir haciendo graneles a 30 céntimos el litro, en inviable", concluye Bequer Prieto.
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