Críticas al nuevo cartel de la Macarena para la Semana Santa de Sevilla: "¿Lo ha pintado con los pies?"

La racha de polémicas en Sevilla relacionada con su semana grande no cesa. Si el año pasado se desataba la furia de los más tradicionalistas con el cartel de Semana Santa, que llegó a ser censurado, ahora la ofensa llega tras la presentación del cartel pintado por el reconocido artista Luis Gordillo para la Hermandad de la Macarena, con el que se presenta de cara a la Semana Santa 2025.

Las redes sociales se han trufado de reacciones a favor y en contra de la obra de este pintor vanguardista, y él mismo se temía lo que podía ocurrir poco después de presentarlo: “Para mí es muy difícil esto, tenía mucho miedo a acometer este encargo; para un vanguardista como yo, me puso en un aprieto hacer un cartel para la Macarena”, escribió en su cuenta de una conocida red social. Algunas de las reacciones la definen como “la mamarrachada más grande”; otros lo comparan con “un cartel de un niño de cinco años”, y otro usuario se preguntaba si lo ha “pintado con los pies”.

La obra, que representa el rostro de la Esperanza Macarena con escasos trazos en color rojo sobre un fondo blanco, ha suscitado también admiración. Está realizada en acrílico sobre lienzo, y los más ofendidos por la pieza consideran que es simplista porque les parecen trazos dibujados sin pulso y con líneas finas y marcadas, como si estuvieran hechas a un tramo de bolígrafo. Gordillo, un referente indiscutible de la pintura española contemporánea, ha descrito su creación como el resultado de un “enamoramiento instantáneo” al contemplar una fotografía de la Virgen. Su enfoque “esencialista” y casi minimalista busca despojar la obra de cualquier elemento que pueda distraer de la esencia de lo representado.

No contento con una sola pieza, Gordillo ha creado un segundo cuadro que también rinde homenaje a la Virgen, esta vez en cuatro versiones diferentes, pero manteniendo la misma paleta de colores. Este segundo trabajo surge de una profunda reflexión y elaboración a partir de la primera impresión que le causó la imagen de la Macarena. “Es un proceso de enamoramiento que se transforma en una búsqueda más profunda”, ha comentado el artista.

El artista

José Antonio Fernández Cabrero, hermano mayor de la Hermandad de la Macarena, ha destacado la importancia de estas obras no solo para la carrera de Gordillo, quien por primera vez pinta ex profeso para una hermandad, sino también para la propia hermandad. “Incorporamos a nuestro patrimonio pictórico la visión de uno de los artistas españoles más influyentes de los últimos 60 años”, ha afirmado Cabrero, subrayando el valor que estas piezas aportan a la pinacoteca de la hermandad.

Ambas obras, realizadas en acrílico sobre lienzo, se sumarán al patrimonio pictórico de la Macarena, que sigue enriqueciendo su colección con obras de destacados artistas contemporáneos. La hermandad se posiciona así como una de las más relevantes en Sevilla, albergando un legado artístico que atrae tanto a devotos como a amantes del arte.

Luis Gordillo, nacido en Sevilla, cuenta con una trayectoria repleta de premios y reconocimientos, entre los que se encuentran el Premio Nacional de Artes Plásticas y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Su estatus como Hijo Predilecto de Andalucía en 2012 y su influencia en el arte contemporáneo lo consolidan como un pilar fundamental en la historia del arte en España. Su obra no solo representa un encuentro entre el arte y la devoción, sino que también invita a la reflexión sobre la interpretación contemporánea de la tradición religiosa, un diálogo que seguramente continuará generando opiniones encontradas en la comunidad sevillana.

No perdonan la vanguardia

Los tradicionalistas no quieren que estas obras se salgan de los cánones más convencionales. Sin ir más lejos, como ya hemos referido, el pasado año también se desencadenó la ira de los conservadores cuando se presentó el cartel, nada menos, de la Semana Santa de Sevilla. El autor es Salustiano García, y presentaba a un Cristo semidesnudo con “rostro afeminado”, tal y como muchos llegaron a definir. De hecho, el Consejo de Hermandades lo censuró para excluirlo en el programa de mano de la Semana Santa y lo sustituyó por una fotografía. Ese polémico cartel ocupó portadas de periódicos y horas invertidas en programas de radio y televisión, además de suscitar un intenso debate en las redes sociales. Estas reacciones demuestran que vanguardia y tradición, generalmente, no van de la mano.

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