Nathan Sawaya era un éxitoso abogado de Nueva York hasta que a principios del 2000 decidió darle un giro a su vida para dedicarse a su verdadera pasión: las esculturas de Lego.
Con el tiempo ha conseguido hacerse un hueco en este mundo y ahora abre en París una exposición con más de un centenar de obras. La más popular es un tiranosaurio de 6 metros hecho con 11.000 piezas de Lego.