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FESTIVALES DE MÚSICA
Desciende el número de asistentes a los macrofestivales de música en España
El precio de las entradas es uno de los principales frenos, aunque se han vivido años de mucho crecimiento.
El número de asistentes a los primeros macrofestivales de música españoles ha descendido ligeramente este 2019 con respecto al año anterior, según datos de la Asociación de Promotores Musicales (APM), pese a que los resultados económicos de 2018 apuntaban a la consolidación de este pujante negocio musical.
Sin duda, los cinco años consecutivos de crecimiento de este sector y el récord que supuso el año 2018 en cuanto a facturación ponían el listón muy alto para 2019, aunque nunca antes se había experimentado esta bajada generalizada en el 'top 10' de los festivales nacionales.
El baile de cifras ha sido mayor en los festivales más veteranos: el FIB ha pasado de 170.000 participantes a 114.000 en su 25 aniversario, mientras que el Sónar ha descendido de 126.000 a 105.000 asistentes en su 26 edición, unos resultados que la organización achaca a la huelga de montadores aéreos que casi obliga a suspender el evento.
Por otro lado, el BBK Live ha pasado de 120.000 visitantes a 112.000, el Mad Cool de 240.000 a 186.000 y el Primavera Sound (Barcelona) repite cifre con 220.000 festivaleros, pese a haber ampliado el aforo. Entre ellos, solo ha subido el Viña Rock (Villarobledo), que pasa de 210.000 asistentes en 2018 a 240.000 en 2019; todo esto a la espera de que se celebren el próximo agosto las otras grandes citas musicales de la temporada: el Arenal Sound (Burriana), el Rototom Sunsplash (Benicassim) y el Medusa Sunbeach (Cullera).
Estos datos contrastan con las cifras difundidas en 2018 por la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), que cifraban en casi 6 millones los asistentes a grandes festivales de música en 2017, mientras en 2016 se contabilizaron poco más de 5 millones de "festivaleros".
Según la SGAE, los conciertos de música en vivo recaudaron casi 329 millones de euros en 2017, una cantidad que se incrementa en un 10,5% respecto a la de 2016 y que sitúa a Cataluña como la comunidad con más recaudación, concretamente el 20,4% del total (67 millones de euros).
Si se contabiliza únicamente la recaudación conseguida por los macrofestivales, la cantidad se sitúa en 173 millones de euros en 2017, cifra que incrementa en un 16,6% respecto a la de 2016. Por su parte, el Anuario de la Música 2019 del Grupo Enderrock apunta también al "agotamiento" de los festivales debido a su modelo y a la "necesidad de repensar las formas de fidelizar al público".
Según sus datos, de los catalanes que han asistido a algún concierto en los últimos 12 meses, solo el 36% acudió a algún festival, un porcentaje que alcanzó el 40 % en 2017, y solo el 38 % de estos escogieron un macrofestival, mientras que en 2017 optaron por ellos el 41 %.
Según un estudio de la OBS Business School, esta recaudación corresponde únicamente a la venta de entradas y podría "duplicarse" con la venta de objetos promocionales, ayudas públicas y patrocinios. El precio de las entradas, de hecho, es uno de los principales frenos para asistir a los festivales para el 41,8% de los encuestados por Grup Enderrock, que en su anuario destaca que "solo el 5% de los preguntados han ido a tantos conciertos como desearían".
El estudio de la OBS recuerda a los organizadores de festivales que son ellos quienes "deben cuidar de los cientos de miles de asistentes, asegurar una experiencia única y divertida, y garantizar la seguridad de cada una de las personas que entran en el recinto", todo ello "a un precio justo".
La maximización de los beneficios del festival es legítima, pero no a costa de reducir los gastos de la organización que supongan una pérdida de calidad y seguridad para los asistentes, advierte el informe.
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