Día Internacional del Croissant: su verdadero origen y su procedencia irresistible

En España la ingesta bollería está muy popularizada, y uno de los alimentos más reconocidos de este grupo es el croissant, pero pocas personas saben realmente sus orígenes o de dónde procede su carácter irresistible.

¿Cuál es el origen del croissant?

Si alguien pregunta por la procedencia del croissant, todo el mundo piensa en Francia, lo que pocos saben es que su verdadera procedencia es Viena, la capital de Austria. Muchas son las leyendas respecto a este alimento pero la que hasta ahora se cree más real es que fue invento de los panaderos vieneses. En el siglo XVII, Austria fue atacada por el Imperio Otomano, ataque del que los austriacos salieron victoriosos gracias a que los panaderos, al estar despiertos desde muy temprano, se dieron cuenta del intento de asalto. Para celebrar este triunfo, un grupo de panaderos inventó este bollo tan codiciado hoy en día.

Por ello, que se cree que su forma de media luna es un alarde al emblema que utilizaba el Imperio Otomano.

¿Qué lo hace irresistible?

En España, cada ciudadano consume una media de 5,89 kilos de bollos y pasteles al año, entre ellos el croissant y hay un motivo por el que el este alimento gusta tanto. El croissant, como otras bollerías, requiere productos procesados como el azúcar y otros carbohidratos para su elaboración, ingredientes que crean reacciones aditivas semejantes a la marihuana, además de propiciar la creación de dopamina y betaendorfina, sustancias que producen una sensación de placer.

Además, este alimento esponjoso por dentro y crujiente por fuera, puede ser combinado con multitud de ingredientes, tanto dulces como el chocolate, o salados como los quesos y fiambres.

De cualquier manera, este bollo acompañado de un café u otra bebida, es un manjar al que pocos pueden negarse.

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