Un enigma inquieta a la población de lepe, tras el hallazgo fortuito de una carta manuscrita oculta bajo una loseta del coro de la iglesia.
El documento fue encontrado por los tres hermanos que forman el grupo onubense Manguara cuando participaban en una ceremonia nupcial.
El contenido del mensaje, escrito en una cuartilla de papel muy deteriorada, está fechado en 1936 y dice así: "Los rojos me persiguen, he escondido mi mejor tesoro cinco losas a la izquierda. Si muero espero caiga en buenas manos".
Tras los hechos, los rumores, leyendas y versiones se han disparado, pero en lo que los principales protagonistas de la historia no se ponen de acuerdo es en la veracidad que se le da al documento.
El grupo musical que encontró la nota, se muestra muy seguro de la autenticidad del documento, de hecho han pedido que se le hagan las pruebas pertinentes al escrito para comprobarlo, y que si no lo es, se tomen medidas contra una broma que consideran de "muy mal gusto".
El párroco por el contrario, se encuentra más abrumado por el revuelo mediático, que por el hecho en sí: "Verdaderamente es un lio mediático", "A mí me trae loco todo este movimiento", ha declarado. Además, dispone de varias pruebas que confirman la falsedad de la historia.
Por un lado, en el momento que saltó la noticia, dos miembros del coro acudieron a su despacho para confesar que ellos habían dejado la nota, con pretensión de gastar una broma al resto de integrantes de dicho coro, pero que al temrinar la actuación, se les olvidó retirar la nota de la loseta.
Además es imposible "Desde un punto de vista histórico" ya que según una hoja informativa escrita por el párroco del 36 (año en el que presuntamente se depositó la nota), en el año 1943 la iglesia quedó completamente destrozada, incluida la zona del coro, y que la gente se llevaba las losas y alicatados, por lo que de es "imposible" que la nota siguiese allí.
Cierto o no, el pueblo de Lepe ha vivido durante unos días un misterio que seguro, que como la mayoría de las personas, han soñado alguna vez, y es que ¿A quien no le gustaría creer tener un 'jugoso' tesoro bajo sus pies?
