Durante estos días se han presentado propuestas de los creadores para el próximo otoño invierno. Diseño e innovación en la ropa, pero también en la forma de presentarlas. Berlín, en plena pasarela, con turistas haciéndose fotos con los soldados alemanes.
Cuando la inspiración llega desde la bicicleta también se desfila con ruedas, y la ropa se presenta así cuando los diseños han partido del ámbito hospitalario. También hay quien ha utilizado a los espectadores como elemento ornamental. Son nuevas, innovadoras formas de dar vida a las colecciones.
El director de Valencia Fashion Week, Álex Vidal, dice que el haber conseguido que sea una de las mayores pasarelas de Europa facilita la innovación. Trescientos metros cuadrados de pasarela donde por encima de todo ha triunfado el color negro para el próximo invierno y no sólo en prendas de tela, también de cuero y piel. En Valencia Fashion Week se han visto colecciones muy atractivas sobre todo para la noche.
Los vaporosos vestidos de Álex Vidal abiertos por la espalda, los sofisticados volúmenes geométricos de Juan Andrés Mompó, o los dorados brocados de Higinio Mateu con las espectaculares joyas diseñadas por Antonio Rodríguez. Es lo más chic de una semana de la moda que con diez años de vida cierra con un gran éxito de público.