Con la llegada del Carnaval vuelven a repetirse las opciones poco acertadas a la hora de vestir, es decir, disfraces ofensivos, que convierten a la mujer en un objeto. Uno de los mayores problemas, además, es que replican ese sexismo en los atuendos de los niños.
En la era del 'me too' se siguen viendo ejemplos de ello por todas partes. Mientras para ellos las opciones son bombero o enfermero, a los disfraces femeninos se les añade siempre el 'sexy' .
Recientemente una gran superficie ha retirado modelos como estos de su web. Por numerosas quejas que entienden que cosifican a la mujer: de astronauta o guardia civil, da igual la profesión, ambos ajustados y con escote.
La problemática crece cuando los disfraces acaban en versiones infantiles. Un ejemplo de ello es uno que ya se ha retirado de un bombero normal y el de niña lleva un vestido corto. Entonces, alguien en redes sociales se preguntó si las mujeres bombero no llevan pantalones.
Pero no es la primera vez, hay muchos ejemplos de niñas con tacones, en poses sugerentes y ofertas donde pone 'enfermera sexy' en un disfraz indicado para edades entre 7 y 10 años. La línea entre lo inocente y lo humillante estos días se traspasa en multitud de ocasiones.
Así, ellos siguen siendo superhéroes o policías y ellas animadoras, o 'enfermeras sexy' aunque no lleguen a los 10 años.