El drama lo pone la muerte de la madre del cantante. Ocurrió durante la grabación del disco, los antidepresivos y los somníferos no le ayudaron tanto como la música y sus amigos. "Gracias a ellos logré sobreponerme. No fué fácil pero me reconstruí. Los monstruos del alma siempre son peores que los que se guardan en los armarios", nos dice Fher Olvera, cantante de Maná.
¿Y la luz? ¿Dónde la encuentra Maná?, Para Álex González, el batería, es esperanza. Para Fher está en el amor y la vida. Para Sergio Vallín está en la sonrisa de sus hijos. Y para Juan Calleros, el bajista, es todo aquello que es positivo.
Compusieron más de 40 canciones, sólo quedaron 13. Muchas fueron a la basura, temas reivindicativos, solidarios y dedicados al amor, como la historia de una monja que se enamora. "Cuando una mujer se apasiona con otra personas no hay nada en el universo que le pare", dice Fher.
Baladas, medios tiempos y rock, quizás el mejor que haya realizado nunca la banda. Para comprobarlo en directo habrá que esperar a septiembre cuando, con instrumentos bajo el brazo, vuelvan a nuestro país.