El primer día de Agosto se celebra el Día Mundial de la Alegría. Su creador, Alfonso Becerra dice de ella que se trata, en general, de todas las cosas que el ser humano realiza y cuyo resultado le da alegría.
Fue en el año 2010 cuando Becerra presentó un proyecto para festejar el día de la alegría. Lo hizo en el Primer Congreso de Gestión Cultural Chileno y defendía que igual que existían otras fechas clave creía que este sentimiento merecía su día especial, porque supone un gran beneficio para el ser humano.
Es precisamente en esta fecha cuando mucha gente se va de vacaciones, algo que supone una satisfacción personal y con ello esa sensación de alegría.
Se origina en el hemisferio izquierdo del cerebro, según los psicólogos. Y la sentimos gracias, principalmente, a cuatro neurotransmisores: la Dopamina, la Endorfina, la Oxitocina y la Serotonina
En un sentido menos técnico, se trata de la emoción que nos permite ver y sentir las cosas bonitas y buenas y nos mantiene en un estado feliz.
Es una de esas emociones básicas que nos hacen ver el vaso medio lleno. Y justo en los tiempos en los que la felicidad es nuestra mayor aspiración , no podemos perderla de vista en este camino. Imprescindible en nuestra vida e imprescindible para hacer mejor también la vida de los demás. Por ello, en realidad, deberíamos celebrarlo todos los días.