La cantante norteamericana Katy Perry ha desplegado en el Palau Sant Jordi de Barcelona ante más de 12.000 entregados seguidores su espectáculo de música y fuegos artificiales, con el que ha iniciado la gira europea de su 'Prismatic World Tour'. La artista ha llegado a Barcelona, su única escala en España, después del paréntesis que hizo hace unos días de su gira mundial para actuar en la media parte de la Super Bowl, con la que se convirtió en un fenómeno de masas televisivo.
La cantante de Santa Barbara ha comenzado la velada en el Sant Jordi con uno de sus más importantes hits, "Roar", extraído de su último álbum "Prism", un disco que ha interpretado prácticamente en su integridad a lo largo de la noche. Tras los primeros compases, introducidos por una especie de guerreros híbridos entre los de las películas de "Tarzan" y los centuriones romanos, la cantante ha emergido del escenario desde el interior de un prisma.
"Roar", una canción que tiene influencias de folk rock, el arena rock y el glam rock, puso a Katy Perry en la órbita de grandes estrellas como las veteranas Madonna o Kylie Minogue, o compañeras de generación como Lady Gaga, Beyoncé o Miley Cyrus. Desde el minuto 1, los juegos de luces, las pasarelas móviles, los escenarios elevados, los cañones de humo, los cambios de vestuario y, sobre todo, los neones, fuera en el telón de fondo virtual o en su vestuario, se han apoderado de una música que seguramente habría sonado mejor en un espacio abierto y que dista mucho de la versión en estudio.
Posteriormente, la artista ha seguido con dos éxitos de "Teenage dream", su anterior disco: "Part of me" y "Wide Awake", que ha producido el primer éxtasis de la noche; y ha continuado el repaso de su último trabajo con una fusión de "This moment" y "Love me". En la siguiente actuación, con "Dark Horse", el Antiguo Egipto ha irrumpido en el escenario con Perry cantando subida en un caballo dorado muy realista mientras ardían las pirámides en la pantalla del fondo. Espectacular desaparición de la cantante mientras evolucionaba el rapero para reaparecer al final del tema; y sin solución de continuidad la de Santa Barbara ha interpretado suspendida en el aire "E.T.".
Los aires hindúes de "Legendary Lovers" han dado paso a otro de sus hits, "I kissed a girl", en el que la cantante estaba acompañada por mujeres trasunto de la venus de Willendorf. Unos 'minutos publicitarios' gatunos, incluido un número claqué, han servido de introducción para que Katy, disfrazada de gatita ofreciera una nueva versión casi jazzística de "Hot in cold". El particular musical "Cats" ha continuado con "International smile". Perry, muy considerada con sus seguidores, ha tenido también su momento fan, cuando ha dejado que subiera a la pasarela lateral a un joven de Mataró, emocionado, casi fuera de sí, que le ha traducido al castellano y el catalán la frase en inglés "Estoy feliz de estar en Barcelona".
En el ecuador de la noche, la tranquilidad y los móviles al aire con sus pantallas blancas han arropado a Katy Perry guitarra acústica en mano para entonar "By the grace of God". Estos minutos más tranquilos han permitido a la voz de Katy Perry brillar por encima de la música en temas como "The one that got away", "Double rainbow" o "Unconditionally" -con mariposas gigantes revoloteando el escenario-.
Como en todo espectáculo vistoso no podía faltar el momento dj para invitar a los asistentes a mover el esqueleto mientras Katy Perry descansaba y cambiaba nuevamente de vestuario con dos amarillos "emoticones" como sujetadores y pelo verde para volver a volar literalmente en "Walking on air". Los hinchables, incluido un descapotable, han ocupado el Palau Sant Jordi con "This is how we do" antes de dar paso a la parte final del concierto, dominada por las luces de neón.
Para estos últimos momentos, ha reservado, como viene siendo habitual en sus giras anteriores de "Prism" por Estados Unidos y Oceanía, sus temás conocidos: "Teenage dream", "California Gurls" y en los bises "Firework", aquel tema en que la cantante convertía sus pechos en fuentes inagotables de fuegos artificiales.
Desde el lanzamiento en octubre de 2013 de "Prism", Perry fue número 1 de iTunes en 97 países y el álbum vendió más de 6 millones de copias en apenas siete meses en todo el mundo. Tras Barcelona, la de Santa Barbará recalará en las próximas semanas en Montpellier, Lyon, Assago, Praga, Cracovia, Viena, Bratislava, Zúrich, Múnich, Amberes y Colonia. Hasta la fecha, la gira mundial de Katy Perry ha sido seguida por cerca de un millón y medio de espectadores entregados y ha recaudado más de 120 millones de euros.