El Foro y la colina del Palatino de Roma mostrarán a partir de septiembre sus rincones más secretos, zonas normalmente cerradas o de acceso limitado que podrá visitarse con un proyecto presentado este jueves por el Ministerio de Cultura italiano.
Ocho áreas monumentales y museísticas se podrán visitar a partir del 28 de septiembre, una vez que terminen los trabajos de restauración y la incorporación de tecnologías dirigidas a ayudar a los visitantes en su comprensión.
El visitante podrá recorrer dos áreas distintas y que normalmente están cerradas al público. En la colina del Palatino, se podrá apreciar la Domus de Augusto y de Livia, residencias privadas del emperador y su esposa, la subterránea Aula Isíaca o la Logia Mattei, ejemplo raro de la recalificación del área arqueológica en el Renacimiento.
En segundo lugar, el Foro Romano, se podrá apreciar la iglesia de Santa María Antigua, el templo de Rómulo, el Oratorio de los Cuarenta Mártires, del siglo VI d.C, o la conocida como Rampa imperial de Domiciano, uno de los tesoros ocultos de la zona.
Se trata de lugares que debido a su delicadeza no pueden ser visitados por un número excesivo de visitantes, por lo que se venderá un billete adjunto al que permite el ingreso en el Coliseo, el Foro y el Palatino y que podrá ser utilizado durante dos días.
Uno de los más interesantes quizá sea la casa de Augusto, el primer emperador romano, donde una proyección de vídeo mostrará la evolución de la casa y un mapa de luces acompañará a la descripción de los frescos que decoraron sus estancias. También la casa de la esposa de Augusto, Livia, será visitada con una ambientación en penumbras en la que las habitaciones únicamente se iluminarán puntualmente, mostrando frescos con escenas mitológicas, según explicó el Ministerio de Bienes Culturales.
Por el momento, en la presentación a la prensa se permitió el ingreso a través de un 'cripopórtico' o corredor subterráneo de 130 metros de longitud de la época de Nerón en el que una proyección introduce al visitante a la pintura y arquitectura antiguas.
En otro avance de lo que se podrá observar desde el 28 septiembre, el Aula Isíaca abrió sus puertas para mostrar los frescos con temática egipcia que se pusieron de moda en el ocaso de la Roma republicana, en el I siglo a.C. Sobre ella se encuentra la galería Mattei, uno de los últimos ejemplos de pintura del Renacimiento que todavía existen en el Palatino y cuyos autores se basaron en el grutesco, un tipo de decoración descubierta a finales del siglo XV en los subterráneos de la Domus Aurea.
El superintendente de Bienes Arqueológicos de Roma, Francesco Prosperetti, calificó la iniciativa como "revolucionaria" porque, dijo, "muchos visitantes tendrán por primera vez la posibilidad de entrar en lugares que permanecían secretos".
Se prevé que este año las visitas al Foro Romano y el Palatino lleguen a los siete millones, un número que el superintendente calificó como "gigantesco". "Debemos ponernos a la altura de los (turistas) que tienen expectativas diferentes de la masa, los más especializados, y debemos ser capaces de darle lo que esperan", sostuvo.