Chicho Ibáñez Serrador en una de sus últimas apariciones

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popularizó el cine de terror y fantástico en España

Goya de Honor 2019 para Chicho Ibáñez Serrador

El director Narciso Ibáñez Serrador, más conocido como "Chicho", recibirá este año el Goya de Honor "por abrir el camino a toda una generación de cineastas españoles y por su excepcional contribución al cine de género", ha anunciado hoy la Academia de Cine.

Chicho, Narciso Ibañez Serrador, creador de películas de culto del cine de género como "¿Quién puede matar a un niño?" y "La residencia", contribuyó a popularizar el cine de terror y fantástico en España.

La Junta Directiva de la Academia de Cine ha acordado reconocer al cineasta, realizador de televisión, guionista, director teatral y actor con su galardón honorífico "por ser un creador de pesadillas único y original, abrir el camino a toda una generación de cineastas españoles, que siempre han reconocido su influencia, y por su contribución al fantástico, el suspense y el terror".

La Academia señala que su legado en el séptimo arte continúa en directores reconocidos como Juan Antonio Bayona, Rodrigo Cortés, Alejandro Amenábar, Alex de la Iglesia, Jaume Balagueró, Mateo Gil, Enrique Urbizu y Paco Plaza, entre otros.

Junto a los cinco últimos desarrolló en 2006 'Películas para no dormir', serie de seis 'tv movies' de terror, de las que Ibáñez Serrador dirigió 'La culpa'.

Narciso Ibáñez Serrador (1935, Montevideo, Uruguay) es el hijo único de la pareja de actores Narciso Ibáñez Menta y Pepita Serrador. En la década de los cincuenta, ya en España, trabaja como actor en la compañía de teatro de su madre y, poco después, pasa a la dirección teatral. En 1957 regresa a Argentina y, junto a su padre, inicia una exitosa colaboración en teatro, radio y televisión. Ibáñez Serrador se convirtió en un reputado profesional como actor, realizador y guionista en la televisión argentina, firmando muchas veces sus textos con el seudónimo Luis Peñafiel. Siendo el teatro sus orígenes, descubrió que la dirección y la escritura le atraían más que la actuación, convirtiéndose en lo que él denominó "autor que dirige" o "autor que realiza". Llegó en 1963 a España, con cintas de sus trabajos en Argentina que presentó en Televisión Española, a la que trasladó todo lo que había aprendido en América, revolucionando y modernizando la televisión de los sesenta en España con series como 'Mañana puede ser verdad' o 'La historia de Saint Michel', pero especialmente con 'Historias para no dormir', en 1966. A estas se suman los títulos para la pequeña pantalla como 'El último reloj', 'El asfalto', 'Historias de la frivolidad' y 'El televisor (1974).

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