Leah Foster, de Dilley (Texas) ha inaugurado dos sorprendentes exposiciones en su estado de origen y en la ciudad de Nueva York en las que ha elaborados decenas de miles de cupcakes de colores y los ha encadenado juntos. La joven, de 24 años, es una estudiante de arte en la Escuela de Artes Visuales de Manhattan (Nueva York), y ha horneado más de 13.000 pastelitos para sus dos proyectos, aunque asegura que ha perdido la cuenta del número total de magdalenas que ha puesto en el horno.
Foster ha aprendido a hornear a escala industrial, ya que 10.000 pastelitos fueron elaborados específicamente para su exposición de Nueva York, y otros 3.000 para un proyecto en Texas. La estudiante insiste en que no usa nada para conservar las magdalenas, aunque debe asegurarse de que son lo suficientemente sólidas como para estar apiladas en torres y evitar que se caigan a pedazos.
Sus proyectos están dirigidos a niñas con inseguridades personales. La ayuda de Foster consiste en que, tras hornear los bizcochos, las jóvenes deben anotar un miedo o una inseguridad que luego se quedará encerrado en el pastel. "A las mujeres se las enseña a ser bellas por dentro y por fuera, a ser inteligentes y atractivas. Para mí, los cupcakes representan esta contradicción".