Es uno de los mejores y más admirados diestros de nuestro país. Con tan sólo 30 años, 'El Juli' está a punto de celebrar los 15 desde que tomó la alternativa. Asegura que, desde entonces, su vida ha cambiado: "Antes la vida marcaba el ritmo; ahora lo marco yo".
Recuperado ya del accidente de coche que sufrió hace dos meses junto a su mujer y sus dos hijos, ha vuelto a lo grande a los ruedos. Pero el camino de la recuperación no ha sido fácil: “Ha sido la peor experiencia de mi vida, quizás la sensación de mayor responsabilidad y culpabilidad que he tenido nunca”, admite.
Considera que “no hay dinero en el mundo que pague la muerte”, y de hecho preferiría que sus hijos no se dedicasen al toreo. No obstante, opina que hay pocas experiencias comparables a la de sentir que emocionas al público.
Define el toreo como una “lucha a muerte entre el otro y el hombre”, y defiende que “en el momento en que el toro o el torero no puedan morir, será un concepto diferente”.