Sin embargo, para no alejarle demasiado de las Kardashian, Kim ha querido organizar una cita a ciegas para el cantante con su hermana pequeña Kendall.
Justin, de 16 años y Kendall, de 14 fueron juntos a comer pizza y coca cola sin cafeína pocos días después de que el artista conociera en persona a Kim durante la cena de corresponsales celebrada en la Casa Blanca.
Para esta cita, Kim contó con la ayuda del manager de Justin, quien luego les llevó a su casa para que siguieran con su cita jugando al Twister.
Aunque, de momento, sólo son amigos, Kendall y Justin se han estado "escribiendo mensajes al móvil como locos" y uno de los miembros de los Kardashian ha declarado a al revista Ok! que "parece que está floreciendo el amor entre ambos".