Perteneciente a la alta burguesía británica, atrevido y muy sofisticado, Cecil Beaton retrató, durante sesenta años, a las grandes personalidades del siglo XX: Picasso, la princesa Sofía o Marilyn Monroe.
"Decía que la belleza era la palabra más importante del diccionario", dice Cristian Ruiz Orfila, director de exposiciones de la Fundación Canal, en Madrid. Aunque, además de fotógrafo, Beaton tocó otras muchas disciplinas artísticas: "Escenógrafo, director de vestuario".
Le interesaba tanto el cine que llegó a instalarse en Hollywood y consiguió ganar tres Oscars, dos de ellos por 'My Fair Lady', película protagonizada por su gran amiga Audrey Hepburn.
Fue fotógrafo oficial de la Familia Real británica. Monarcas reales y otros mucho más satánicos, Beaton retrataba personas, pero, sobre todo, inmortalizó a los grandes mitos de la era moderna.