Festival 'Sonidos Líquidos'

Lanzarote acoge el festival de música 'Sonidos Líquidos' en un entorno protegido y reserva de la Biosfera

En un paisaje volcánico único en el mundo, en el que la lava ha hecho posible un cultivo de vid excepcional, se celebra cada año el festival Sonidos Líquidos que es referente en el país como festival sostenible.

El entorno del festival

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Quienes la conocen, dice que se trata de una isla mágica. Su naturaleza volcánica embriaga a quien pone un pie en la más de las orientales islas del archipiélago canario. En Lanzarote se hacen presente los cuatro elementos: fuego, agua, viento y aire. Y en esta isla canaria, la lava que sepultó, entre los años 1730 y 1736, los terrenos fértiles de los municipios de Yaiza, Tías, San Bartolomé o Teguise, se ha sabido aprovechar para el cultivo de la vid.

En esas amplias extensiones de lava, la imagen es la de innumerables hoyos cónicos, excavados en capas naturales de grava volcánica de varios metros de profundidad. Estos hoyos, están recubiertos en su borde, por una media luna de rocas para proteger el cultivo de su interior del viento. Al ras de la tierra, y justo en el centro de esos hoyos, se planta la vid, que "con la sabia inteligencia de la naturaleza" aprovecha las posibilidades del lapilli para retener la humedad, dando como resultado vinos secos, blancos y dulces, reconocidos internacionalmente.

En ese entorno tan especial se desarrolla el festival Sonidos Líquidos. Este 2023 cumple su décimo tercera edición. Su director, Neftalí Acosta, ha explicado a un equipo de Antena 3 Noticias desplazado a la isla, que "Sonidos líquidos nació para promocionar los vinos de Lanzarote y que mejor que hacerlo donde se produce el cultivo de esos vinos, en un escenario utópico, La Geria. Traemos la música para que la uva y el vino lanzaroteño no solo esté rico, sino que también suene bien".

Aunque sin duda, lo que más destaca del festival es su apuesta por su desarrollo en ese entorno único sin dañarlo. La Geria se encuentra en un espacio de biodiversidad especial, Reserva de la Biosfera y Espacio Natural Protegido. Por eso, la organización se esmera cada año en desplegar una amplía lista de medidas para el cuidado del medioambiente del entorno, demostrando que es posible la celebración y la fiesta en un enclave protegido, siempre que se tomen las medidas necesarias para evitar el daño ambiental.

Más de 3.000 personas han podido divertirse durante más de 10 horas de música en directo. Con un cartel compuesto por grupos como Arde Bogotá, Crystal Fighters o Depedro, el 'buen rollo' hizo vibrar a quien allí estaba. Ciudadanos de varias partes del mundo que llegaban al festival haciendo uso del servicio especial de transporte público, que mediante guaguas lanzaderas, evitaba que miles de coches particulares circularan por la carretera. Los vehículos que realizaban la labor de tranfers para la logística del festival eran 100% eléctricos.

Además, se tomaron en cuenta otras medidas de compromiso ambiental, entre las que destaca el uso de mobiliario restaurado y reutilizado, la exposición de proyectos locales artísticos elaborados a partir de residuos, la sustitución de elementos plásticos evitables, tales como platos, vasos o pajitas y el uso de latas, en lugar de botellas de plástico para el agua.

Todo esto se une a que, aunque la música suene, se evita la dispersión del ruido, lo que conlleva a la reducción del impacto acústico. Para ello, explica Neftalí Acosta, "hacemos unos controles de sonómetro alrededor para saber exactamente los decibelios que llegan para no afectar a la fauna y se direcciona el sonido hacia el lugar de celebración para evitar la dispersión".

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