Basta con oír el inicio de la canción y ya no podemos parar de cantar la letra al completo. Son anuncios que, pase el tiempo que pase, nunca olvidaremos.
Algunas marcas han sabido aprovechar el tirón de estribillos conocidos y algunas otras han conseguido que las canciones más sencillas se conviertan en auténticos hits.
Son ritmos pegadizos que muchas veces nos cuesta recordar qué anunciaban pero que nos gusta seguir cantando.