Todos lo definen como una "experiencia" pero nadie es capaz de ir más allá porque Sama-Sama, el primer gran espectáculo que acogerá el Madrid Arena, solo se puede entender "experimentándolo", explica su creador, el israelí Roy Ofer, preparado ya para su estreno mundial, este jueves 19 de noviembre. "Está a punto de suceder, es un momento muy emocionante porque mucha gente ha trabajado durante cuatro años y especialmente en los últimos meses y días. Estamos muy felices con el resultado, y creo que estamos preparados", cuenta Ofer sobre esta "nueva categoría de espectáculo".
A medio camino entre parque temático y representación sensorial, 'Sama-Sama Live Experience' es un espectáculo interactivo que no funciona sin el público: "La gente no viene a ver algo, es parte de ello", precisa su director. Basado en "el movimiento, la música y la creatividad", Sama-Sama es "difícil de describir y definir" con palabras, porque es el resultado de la "combinación de diversos elementos" que hacen de cada sesión una función diferente para cada espectador. "La clave es la experiencia en sí misma", reitera Ofer, co-fundador del grupo de danza y percusión Mayumaná.
Sama-Sama se desarrolla en diez "atracciones", que forman parte de un circuito en el que los participantes bailarán, cantarán y tocarán instrumentos durante tres horas. Dirigir una orquesta virtual, tocar un arpa láser o participar en un videoclip son algunas de las actividades que disfrutarán un máximo de 2.000 personas por función, de unas tres horas de duración.
El equipo de sonido incluye desde los más de 400 altavoces, de los que 150 colgarán de las estructuras aéreas para conseguir "un sonido más envolvente". Según los organizadores, este nuevo espectáculo utilizará un total de 130 kilómetros de cable, o lo que es lo mismo, "la distancia que hay de Madrid a Toledo". A ello se sumarán 2.884 fuentes de luz además de 50 láseres panorámicos, 324 reguladores de luz y 400 metros de lámparas LED, además de 42.000 pequeños leds distribuidos en 20 paneles colgantes. Asimismo, en 'Sama-Sama' habrá dos pantallas de 40 x 7 metros (280 metros cuadrados y cada una se situará en la segunda planta del Madrid Arena, dando soporte a dos de las atracciones más visuales de la propuesta.
Producido por El Cirque du Soleil en asociación con Sama-Sama Creative Labs, Sama-Sama es un espectáculo "intuitivo", ya que apenas requiere explicaciones en español, y sin limitación de edad, apto tanto para "niños como para mayores", aclara Ofer. Hasta enero de 2016, Sama-Sama estará en Madrid, para después iniciar una gira por Europa, que todavía no tiene destino concreto, aunque "hay conversaciones" con París, Amsterdam y Varsovia.
Ofer, que prevé la creación de un Sama-Sama permanente, recuerda que el proyecto nació a partir de ver cómo reaccionaba el público con Mayumaná y empezaron a investigar el potencial "del lenguaje de la música, ritmo y movimiento". Probado en Madrid en los últimos meses, la primera vez que se mostró al público el espectáculo fue en el verano de 2012 en el Museo Municipal de Arte de Tel Aviv, Israel. Ése es uno de los motivos del boicot que ha promovido un grupo anti israelí contra ellos.
Sama-Sama es, insiste, algo que nace del trabajo de 200 personas "de todos los lugares del mundo". "No tiene ningún subsidio gubernamental, sus socios -entre ellos los también israelíes Mayumaná- vienen de muchísimos lugares del mundo. Hacemos arte, no política", defiende Ofer.
El espectáculo será el primero que se programe en el Madrid Arena tras la tragedia que costó en ese lugar la vida a cinco jóvenes la fiesta de Halloween de 2012, promovida por el empresario Miguel Ángel Flores. Flores, encausado por el juez por aquellos hechos, pidió el pasado 23 de octubre el cierre del espacio y la suspensión del espectáculo por "no contar con las medidas de seguridad adecuadas". "Somos conscientes de la tragedia que ocurrió en el Madrid Arena, hemos hecho todos los 'chequeos' pertinentes para estar seguros de que el sitio es seguro", ha justificado Ofer, que asegura que después de "casi dos meses" en las instalaciones han comprobado que "cumplen todos los estándares".