Fernando de Magallanes se educó en la corte portuguesa. Trabajó después en las colonias de Asia, participando en la expedición del primer virrey de la India. También en África, donde un enfado con su jefe le llevó a abandonar y volver a la capital sin su permiso. Al parecer comerció por su cuenta con musulmanes. Aquí comenzaron sus problemas. Apartado de las expediciones se dedicó a estudiar las cartas marinas: buscaba un paso hacia el Pacífico desde el Atlántico Sur, pensando en la posibilidad de que las islas Molucas, las islas de las buscadísimas especias, estuvieran en el lado español del mundo. Hay que recordar que portugueses y españoles se habían repartido el planeta, para delimitar las zonas en las que podían establecerse tras los sucesivos descubrimientos de nuevas tierras.
Magallanes hace el ofrecimiento de aquella posible nueva ruta a Carlos I, que acepta. Castilla estaba necesitada de nuevos ingresos que paliaran sus problemas financieros. Se preparan cinco naves en medio de maniobras de Portugal para intentar hacer fracasar el proyecto y de recelos entre los expedicionarios. Un italiano, Pigafetta, se suma y escribe una crónica completa de aquel viaje. Así es como sabemos lo sucedido durante aquellos tres largos años.
BUSCANDO LAS MOLUCAS... Y MÁS ALLÁ
El 10 de agosto de 1519 salen de Sevilla. Magallanes hace testamento antes de abandonar tierra. De Sanlúcar de Barrameda a las Canarias. Y después todo el Atlántico hasta intentar encontrar una salida al Pacífico, parando durante el invierno en la Patagonia y con motín incluido contra Magallanes. Fracasa y manda matar y descuartizar a dos de los sublevados. Pierden la primera nave.
En el Pacífico se pasan tres meses sin ver tierra. La huida de los responsables de los víveres les deja a las puertas de la hambruna. Comen hasta cuero reblandecido y serrín.
Por fin llegan a lo que ahora conocemos como archipiélago de las Marianas, conocidas como islas de los Ladrones. En la isla de Cebu -Filipinas- se produce el enfrentamiento mortal. El 27 de abril de 1521, varios guerreros atacan a Magallanes y muere. Nos lo cuenta Susana García Ramírez, una de las comisarias de la exposición dedicada al viaje en el Museo naval de Madrid.
Sin jefe y con solo dos naves operativas, desmoralizados, comienzan otro viaje. Toma el mando Juan Sebastián Elcano. Se ha conseguido el objetivo de llegar a las islas Molucas y ahora había que volver. Elcano toma la decisión de volver por el Índico, esquivando a los barcos y posesiones portuguesas, y así es como la expedición se convierte en la primera vuelta al mundo.
OTRA DIMENSIÓN
Magallanes lo que hizo fue poner en manos españolas sus conocimientos. Siguió las huellas de Colón 27 años antes y, más allá de si tenía o no el mapa que señalaba el paso al mar del Sur que descubriera Balboa en 1513, Magallanes tenía lo que faltaba a los españoles: la experiencia portuguesa en viajes largos, bordeando todo el continente africano y llegando más allá, mientras que las naves de la corona española solo iban y venían al Caribe en viajes directos de alrededor de 40 días.
