Así lo ha explicado el concejal de Festejos de la ciudad riojana, José Luis González, quien ha calificado de "espectacular e impresionante" esta batalla, que este año ha regresado a su escenario habitual, que son los riscos de Bilibio, donde se ubica la ermita de San Felices, patrón de Haro. La Batalla del Vino se celebra cada 29 de junio para conmemorar la toma de posesión de los riscos de Bilibio por parte de Haro, que los adquirió en el medievo tras largos pleitos con la vecina localidad burgalesa de Miranda de Ebro.
El tiempo ha acompañado y las altas temperaturas han permitido que la gente haya disfrutado de la "lucha", en la que se han utilizado armas tan diversas como sulfatadoras, botas y porrones, además del brick grande de plástico, ha detallado el edil. La fiesta ha comenzado con una misa en la ermita de San Felices de Bilibio y, a continuación, se ha desarrollado la "batalla", para la que los "romeros" han estado esperando desde las 7:00 horas, cuando han comenzado a subir los primeros "guerreros".
El Ayuntamiento de Haro ha repartido casi 3.000 litros de vino, a los que se han unido los más de 130.000 aportados por los más de 10.000 romeros, en esta insólita "batalla", en la que, "en todo momento, ha predominado una muy buena organización", ha incidido. Unos ochenta viajes de subida a los riscos han tenido que hacer los autobuses de Haro, a los que se han sumado vehículos particulares y cinco autocares de turistas extranjeros, además de romeros que han acudido a pie para cumplir con esta tradición, ha informado González. González ha expresado también la "satisfacción" del Ayuntamiento por el resultado de esta nueva edición de la Batalla del Vino, que "cada año va a más" y que aspira a ser declarada de Interés Turístico Internacional.
