El autor de esta novela es José Luis Corral Lafuente, catedrático de Historia Medieval. Es autor de trescientos libros y ensayos y se ha hecho con un gran prestigio en los círculos académicos.
Un maestro de la novela histórica vuelve con un relato emocionante, ‘El médico hereje’. En plena Reforma Protestante, el médico retará a todos los poderes religiosos y laicos en defensa de la libertad de conciencia y opinión.
Su relato es una historia que sacudirá las raíces de la Iglesia Romana. Se desarrolla en Vienne del Delfinado (Francia), y en él ofrece su opinión acerca de cómo debe der ser el cristianismo y cuál es la tergiversación de la doctrina de Cristo por parte de papas y reformadores. Todo en esta novela es un misterio.

La impresión se lleva a cabo de la forma más secreta posible, evitando así ser captado por la censura de la Inquisición.Miguel Servet, como se llama en la novela llega a Vienne huyendo de los inquisidores de Toulouse y del Parlamento de París, que perseguían a los autores de escritos considerados heréticos.
Tras la publicación de su libro es consciente del peligro que corre, pero esto no es excusa para luchar contra lo que él considera corrupción en Roma, exponiendo así sus ideas para defender los ideales del cristianismo primitivo.
El libro lo firma con tres iniciales, la última haciendo referencia a su lugar de nacimiento. Su libro también contiene comentarios, unas treintas cartas que había enviado a Calvino, con el objetivo de desmontar su idea.Finalmente, y en contra de varios impresores, consigue publicar el libro. Del que salen 800 ejemplares.
A Calvino le llegan una de estas publicaciones y no se piensa ni un momento en desenmascarar al autor. Realiza unas gestiones con gente oculta y les reprocha que puedan permitir publicar estas publicaciones de libros heréticos como ‘Restitución del cristianismo’. Todo ello sin mancharse las manos para que no se sepa que él ha sido el encargado de denunciar esto sino los propios católicos, quienes serán los que se ocupen de él.
El libro es denunciado ante la Inquisición y se debate sobre quién es el autor. Es llamado a declarar Servet y el impresor pero atendiendo a los consejos del impresor, Guillermo Arnoullet, niega que él fuera el autor del relato lo cual hace ser puesto en libertad bajo sospecha de herejía.Otras pruebas vuelven a la carga y consiguen que entre en prisión, hasta que es ayudado por Pedro Palmier, su protector, arzobispo y amigo.
Huye de la Inquisición mientras continúa el proceso, y más tarde es condenado para morir en la hoguera hereje, evasión y rebelde, y sus libros a quemarse con él. Ante su ausencia un muñeco es quemado en su lugar.
Los hombres de Calvino continúan sin cesar en su búsqueda pero su paradero para ellos es un verdadero misterio. Calvino tramará una trampa a la que acuda Servet. Ambos volverán a verse las caras en un pulso que no solo tendrá motivaciones religiosas sino también, políticas y sociales.
El aragonés será condenado y finalmente perderá su vida, pero como dijo Sebastián Castellio, uno de las personas más activas dentro del partido libertino después de que Servet fuese condenado: “matar a un hombre no es acabar con una idea, es tan solo matar a un hombre”.