Esta edición, la número XVII del Salón del Manga en Barcelona, está dedicada a los samuráis y a todo aquello que rodea su cultura y hasta el momento, está siendo todo un éxito de asistencia.
Pese a que los cómics son los protagonistas principales del salón, también tienen su espacio otros productos relacionados con el manga y el mundo nipón como películas, videojuegos, muñecos y peluches de los protagonistas e, incluso, comida y golosinas japonesas. Además, los visitantes también han podido contemplar las exposiciones de samuráis y de kimonos, que este año son dos de los ejes principales del Salón del Manga.
Según Carles Santamaría, director del evento, el salón no nota la crisis y está en pleno crecimiento, ya que muchas empresas se han quedado este año sin espacio en el recinto, por lo que el que viene se trasladarán a la Fira de Barcelona, donde dispondrán de mayor superficie.
"Donde se nota la crisis es en las ventas de las tiendas y las librerías, pero parece que las ventas del salón están muy animadas. Hay muchos visitantes que están esperando todo el año para comprar las novedades que aquí presentamos", apuntaba.
De momento, los éxitos de ventas son "Black butler", de Yana Tohoso, y sobre todo "Blue exorcist", de la joven Kazue Kato, una de las estrellas invitadas al salón, que por la mañana estampaba su firma en centenares de ejemplares de su obra a petición de sus seguidores.
Otro de los nombres propios es el dibujante de manga sobre samuráis Hiroshi Hirata, quien, con paciencia nipona, firmaba esta tarde con tinta y pincel sus libros a decenas de admiradores.