El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, y el consejero de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, han avanzado las cifras de participantes en la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar y han asegurado que son 275.000 oferentes y casi 500.000 las personas que habrán pasado por la plaza del Pilar. "Queremos romper un mito numérico en torno a la Ofrenda de Flores", ha dicho Rivarés, porque siempre se baten récords históricos pero los datos que se han dado otros años "no eran reales del todo", ya que se sumaban oferentes y público.
Este año se ha estimado la cifra en 275.000 oferentes, entre los apuntados a los grupos y los que han pasado individualmente, y por lo tanto es el año que más personas han participado. "El dato real es éste, no vamos a mentir", ha insistido el consejero de Cultura. El alcalde ha comparecido en una rueda de prensa junto a Rivarés para hacer balance del desarrollo de la Ofrenda, por la que han pasado también más grupos que nunca, 621, procedentes de distintas ciudades y pueblos de Aragón, comunidades autónomas y países.
Rivarés, tras achacar a la eficiencia organizativa y al creciente civismo de los zaragozanos que este año la Ofrenda dure menos tiempo que la pasada, ha negado tajantemente que el equipo de Gobierno se plantee dividir en varios días la Ofrenda. "La Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar se hace el día del Pilar, que es el 12 de octubre. Fin de la discusión", ha zanjado Rivarés, quien ha apuntado que otra cosa es abrir un debate sobre cómo se puede mejorar y qué modelo de fiestas del Pilar se quieren. En este sentido, ha aportado por aumentar el número de espacios en todos los distritos y consolidar los del centro, pero eso lo tiene que decidir la ciudad, ha apostillado.
Santisteve ha mostrado su satisfacción por lo bien que se está desarrollando la jornada y por haber participado por primera vez como alcalde en la Ofrenda, vestido con traje de labrador de gala, e intervenir directamente en la colocación de ramos en la estructura en la que se alza la Virgen, acompañando a los trabajadores del Ayuntamiento y voluntarios que hacen posible que este día sea "un éxito".
Aunque el día había amanecido cubierto, el sol se ha ido abriendo paso en el cielo, mezclándose con algún chaparrón, en el día grande las fiestas de Zaragoza para recibir a miles de personas que ataviadas con trajes tradicionales, el único requisito para participar, se han sumado en grupos o a título individual a un recorrido que ha tenido como país invitado a Nicaragua. El grupo de la Asociación Las Bajeras de Pinseque abrió el paso de oferentes y tras ellos han ido pasando con sus ramos familias, grupos procedentes de distintos pueblos, de asociaciones culturales, de vecinos, deportivas, de cuerpos de Seguridad y de distintas comunidades y países a un ritmo algo más ágil que en años anteriores.
Los primeros ramos ya sirvierono para tejer con gladiolos y claveles el manto blanco con la Cruz de Lorena de doble barra roja a los pies de la Virgen, que se alza sobre una plataforma piramidal de quince metros de altura y dieciséis de anchura ideada en 1998 por el cineasta Bigas Luna, para continuar con un centro con la bandera nicaragüense y un hilado multicolor de flores hasta el suelo.
Uno año más avionetas del Real Aeroclub Zaragoza han sobrevolado la plaza del Pilar para lanzar flores sin tallos en la ofrenda aérea a la Virgen, y han vuelto a cumplir con esta cita aviones F-18 que participaban en el desfile de la Fiesta Nacional. Los actos religiosos y que más fervor concitan entre los fieles comenzaron a las 4:30, con la Misa de Infantes, y al mediodía el arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, ha presidido la misa en la basílica del Pilar, a la que no ha asistido el alcalde.