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El ex matador de toros y ganadero José OrtegaCano ha abandonado el hospital Virgen Macarena de Sevilla, donde ha permanecido ingresado durante casi un mes y medio tras sufrir un grave accidente de tráfico.

Pasadas las 14.30 horas y acompañado por el equipo médico que le ha atendido, el diestro ha recibido el alta médica y ha abandonado el hospital entre numerosos aplausos de los curiosos que se agolpaban en la puerta principal del centro.

En silla de ruedas, visiblemente emocionado y rodeado de más de medio centenar de medios de comunicación, OrtegaCano ha agradecido a los facultativos y a su familia -especialmente a su hermano y a sus hijos- el apoyo y el cariño que le han mostrado.

El torero ha destacado la "madurez" que han mostrado sus hijos para afrontar su estado de salud tras el accidente y el cariño "auténtico" de su hermano que lo ha acompañado, junto al equipo médico "día y noche".

Pésame a la familia del fallecido
También ha dirigido unas palabras de consuelo a la familia de la víctima mortal del accidente sufrido el pasado 29 de mayo en una carretera cercana a Sevilla, Carlos Parra, a la que a transmitido su pésame y ha declarado: "ha sido el toro más difícil de mi vida".

El equipo médico ha resuelto dar el alta hospitalaria al paciente "por mejoría en su estado clínico", aunque precisa "seguir con las curas, rehabilitación pasiva y activa, y revisiones periódicas" en los servicios de Traumatología y Cirugía, según un comunicado emitido por el hospital Macarena.

Su estado clínico actual, según la nota, es el de "paciente politraumatizado al que se le ha estabilizado quirúrgicamente dos fracturas de fémur en pierna izquierda, una fractura en pilón tibial izquierdo y una fractura de peroné derecho".

El diestro ha permanecido un mes en la UCI del citado centro hospitalario y, tras experimentar una mejoría, fue trasladado el pasado 1 de julio a una habitación de la segunda planta.

El análisis de sangre efectuado a OrtegaCano dio un resultado de 1,26 gramos de alcohol, cuando el límite máximo es de 0,5 gramos, según un informe remitido al juzgado por el Instituto Nacional de Toxicología.

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