Nació en una barraca, comenzó a trabajar como vendedor ambulante siendo niño, y su arte terminó conquistando el mundo. Hace cinco años que Peret nos dijo adiós y ahora un documental relatará su vida.
Poco antes de morir, Peret entregó a su nieta Santa Salvat una serie de vídeos en los que demostraba, con entrevistas a músicos e imágenes de conciertos, que él era el padre legítimo de la rumba catalana, y le dijo que quería que hiciera "algo" con todo ese material. Santa se puso manos a las obra y el resultado ha visto la luz tres años después en un documental titulado "Peret, yo soy la rumba".
Su creadora, Paloma Zapata, ha explicado que para la realización de este documental ha contado con todo el apoyo de la familia de Peret y ha podido acceder a un archivo familiar lleno de imágenes inéditas. Estos documentos íntimos se alternan en la película con material audiovisual de TVE, coproductora del documental, y testimonios de personas que convivieron con él en la calle de la Cera de Barcelona o en su giras y conciertos.
Uno de estos testimonios es su nieta Santa Salvat, a la que Peret dio el encargo de aclarar la polémica que se levantó durante la época en la que el artista se había retirado de la música para dedicarse a la religión. Aunque muchos no supieron valorar su nivel musical, para otros su canto es divino y universal.
