Con el inicio en Barcelona de la decimoctava edición de Primavera Sound arranca oficiosamente también la temporada veraniega de festivales en España, que en 2018 presenta una oferta con más citas y más grandes que nunca, en línea con el crecimiento de los últimos años y sin techo a la vista.
"Los festivales de este país continúan siendo referencia mundial. Cada vez hay más proyectos que se consolidan y otros que aumentan su asistencia entrando en la categoría de grandes eventos. Para este año las expectativas son muy positivas, pues se prevén 'sold outs' en muchos de ellos y buenas ventas en muchos otros", apunta Albert Salmerón, presidente de la Asociación de Promotores Musicales.
La principal muestra de esa pauta la marcará el madrileño Mad Cool, que para su tercera edición, del 12 al 14 de julio, ha mudado su sede a un espacio de nueva creación con el objetivo de albergar el doble de su capacidad, hasta 80.000 personas por jornada. Esta decisión se produce tras el éxito de público de sus últimas convocatorias.
Para 2018 la tónica se presume similar, ya que en enero se acabaron los abonos y a primeros de abril se anunció que se habían vendido también todas las entradas para la primera jornada, en la que tocarán los estadounidenses Pearl Jam, dentro de un cartel que también acogerá a Arctic Monkeys, Jack White, Depeche Mode. "Realmente estamos por encima de las previsiones iniciales", reconoce su director, Javier Arnaiz, muy satisfecho con la marcha de esta tercera edición, cuyo cambio de recinto ya estaba en la "hoja de ruta inicial", asegura, y se confirmó al "agotar con tanta antelación en 2017".
Según un reciente estudio avalado por la Universidad de Barcelona, en España se celebran unos 850 festivales al año y mueven a más de 2,5 millones de personas cada temporada, 1,6 concentrados en los diez más grandes, que generan un impacto económico de más de 400 millones de euros.
De conseguir un lleno total, Mad Cool pasaría del octavo lugar del ránking nacional a medirse mano a mano con el podio patrio, en el que año tras año permanece inamovible Arenal Sound de Burriana (Castellón), con 300.000 asistentes en 6 días; Rototom Sunsplash de Benicàssim (Castellón), con 250.000 en 8 jornadas, y el citado Primavera Sound, que en 2017 reunió a 208.400 personas en 4 días.
El primero de ellos pasa por ser el festival que recluta un público más joven. Acorde con ese perfil, contarán del 31 de julio al 5 de agosto con el reguetonero Bad Bunny, la electrónica de Steve Aoki, el hip hop de Azealia Banks, el folk contagioso de Crystal Fighters y La Pegatina, el pop global de Jess Glynne y The Vamps y el nacional de Maldita Narea, Taburete o el "triunfito" Alfred.
Rototom celebrará 25 años convertido en el festival de música reggae (y otros estilos hermanos) más grande de Europa y del 16 al 22 de agosto contará Ben Harper, los neozelandeses Fat Freddy's Drop, los referentes del rap cubano Orishas, la banda californiana Groundation y Julian Marley o Konshens & Dub Akom.
Sin ser la más numerosa, no obstante, la del Primavera Sound de Barcelona ha logrado consolidarse como la cita de referencia en España, tanto para el público nacional, como para el mundial. "El mercado internacional es por supuesto fundamental para Primavera Sound. Somos un festival internacional con sede en Barcelona y, en muchos aspectos, competimos precisamente con otros festivales internacionales", reconoce Alberto Guijarro, director de esta cita que reúne a un 55 por ciento de extranjeros.
En su opinión, "hay cabida para más eventos (de esta magnitud) en España siempre que sean propuestas que busquen cubrir nuevos nichos y enriquezcan la diversidad de opciones para el público". Su ingente oferta hará posible disfrutar en unos días de las actuaciones de Björk, Nick Cave and the Bad Seeds, Arctic Monkeys, Lorde, The National, The War On Drugs, Migos, Chvrches, Belle And Sebastian, Spiritualized, Haim, Mogwai, Cigarettes After Sex, Tyler The Creator y Beach House, por citar algunos.
Fuera de ese podio, la estabilidad del 'top 10' nacional se ha visto sacudida en los últimos años por el empuje de citas más o menos recientes, como el Medusa Sunbeach de Cullera (Valencia), "el festival de electrónica más grande de España" tanto en 2016 (145.000 personas) como en 2017 (165.000) merced a un enorme espacio de 250.000 metros cuadrados. Del 8 al 12 de agosto celebrará su edición "más ambiciosa", con dos escenarios más y la presencia de artistas como David Guetta, Alesso, Deadmau5, MarshMello y Carl Cox.
Se disputará su título con otro festival joven, el Dreambeach de Cuevas de Almanzora (Almería), que del 8 al 12 de agosto ha programado sesiones de Axwell e Ingrosso, Marxin Garrix y Hardwell.
A estos gigantes de la música en vivo se sumó en 2017 otro evento de probada eficacia en su sede británica original y en su franquicia parisina, el Download madrileño, que del 28 al 30 de junio pujará por mejorar los 100.000 espectadores de su estreno con un cartel más sólido, abanderado nada menos que por Guns N'Roses y nutrido por Marilyn Manson, Ozzy Osbourne o Avenged Sevenfold, entre otros.
Por si fueran pocos, se suma a la oferta O Son Do Camiño, que tendrá lugar en el Monte Do Gozo de Santiago de Compostela del 28 al 30 de junio, con The Killers, Jamiroquai, Lenny Kravitz y Franz Ferdinand, entre otros.
En liza se mantendrán además los ya clásicos Bilbao BBK Live, que del 12 al 14 de julio y con 110.000 asistentes de media contará con Florence + The Machine, The XX, The Chemical Brothers, Gorillaz y Childish Gambino, y el Festival Internacional de Benicàssim (FIB), que en 2017 reclutó a 177.000 'fibers' a los que del 19 al 22 de julio tentará con The Killers, Liam Gallagher y Pet Shop Boys.
Tampoco habrá que perder de vista a otro ilustre veterano, el Sónar, que cerró el pasado año el 'top 10' con 123.000 asistentes y que en su nuevo cartel, entre el 14 y 16 de junio, ofrecerá las propuestas de Gorillaz, Thom York, Diplo, Richie Hawtin, James Murphy, 2manydjs y Alva Noto & Ryuichi Sakamoto.