Algunas de las películas con mayor prestigio a lo largo de la historia del cine han sido rodadas en lugares que cualquier persona puede visitar en su vida cotidiana.
Nueva York es una de las ciudades del mundo donde se graban más largometrajes. No es nada raro visitar la ciudad y no poder pasar por alguna calle debido a que un rodaje lo impide.
Un cinéfilo se ha dedico a visitar estos lugares emblemáticos para que la gente se de cuenta de las diferentes plazas o monumentos que aparecen en las películas.