Imagen de la Giralda, en Sevilla

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Cubierto por la suciedad y el mortero

La restauración de la Giralda de Sevilla constata que originalmente era roja

El arquitecto responsable de los trabajos de la Giralda, Eduardo Martínez, ha destacado que las obras en la cara oeste de la misma han atestiguado que esta era roja en 1568, tal y como la presentaban los grabados y dibujos, aunque ha asegurado que el color "se ha ido perdiendo hasta el siglo XIX, cuando aún había restos".

Las obras de restauración en la cara oeste de la Giralda de Sevilla han acreditado que era roja en 1568, pero este color estaba cubierto por la suciedad y el mortero acumulado a lo largo de los años y ahora ha salido a la luz gracias a una intervención integral. El cabildo metropolitano de la Catedral de Sevilla ha informado de las obras de la primera fase de la restauración de la Giralda, que han consistido en la consolidación de los paramentos de la cara oeste, y continuarán el próximo lunes, 9 de abril, con los trabajos en la cara sur, que se prolongarán unos seis meses.

El arquitecto responsable de las obras de la Giralda, Eduardo Matínez Moya, ha afirmado que todo lo que se ha descubierto con esta intervención es un "tesoro" y ha asegurado que al menos durará unos cien años con el mantenimiento adecuado. El coste ha sido de aproximadamente medio millón de euros, sufragado íntegramente por el cabildo, que también financiará las obras en la cara sur, si bien ha precisado que la intervención en los otros dos lados -norte y este- dependerá de los recursos de la institución.

Lo más llamativo ha sido que se haya podido acreditar que la Giralda era roja porque, aunque había documentación de grabados y dibujos que lo atestiguaban y algunas pinturas de Murillo, no había confirmación de que ese color fuera real y, tras esta restauración, se ha corroborado, según el arquitecto. Además de este descubrimiento del color rojo, se han restaurado elementos de la estructura almohade, se han encontrado restos de madera que sirvieron para construir la Giralda en la época almohade y se han recuperado restos de policromías, ha explicado.

Proceso de restauración de La Giralda
Proceso de restauración de La Giralda | EFE

También se han reforzado la estructura de las campanas, que se encontraban en estado de degradación, se han cambiado las rejas de protección de personas y se ha perfeccionado la red de seguridad de la Giralda contra el rayo, entre otras actuaciones. Además, se han reemplazado algunos elementos como la columna central, que fue transportaba igual que en el período almohade porque fue subida por las rampas de la Giralda con tracción humana y sin grúa, según el responsable de las obras .

Esto es un ejemplo de que la intervención en la Giralda ha sido "muy artesanal y manual" y, además, se ha hecho una parte de la limpieza de las paredes en seco y a mano, aunque la de los capitales se hizo con láser, y se han tallado en algunos ladrillos las formas originales de la decoración. Se han encontrado restos de carbonización en las paredes porque antiguamente se usaban sogas que se quemaban en algunas ceremonias y, aunque se han limpiado los restos, se ha dejado un testigo puntual de este hecho.

Para ejecutar estas obras hubo que instalar un andamio por una sola cara para que no tapara toda la Giralda de forma que "luciera resplandeciente en la Semana Santa sevillana", si bien Eduardo Martínez ha señalado que era un gran impedimento técnico optar por este sistema debido a la posibilidad de vuelco.

Unas cien personas han trabajado en este proyecto de gran complejidad técnica y muy laborioso y en el se han instalado herramientas que permitan reforzar la seguridad en los trabajos que llevan a cabo anualmente los técnicos alpinistas para velar por el mantenimiento del monumento.

Las obras de consolidación, limpieza, reintegración y protección de la cara oeste de la Giralda han confirmado que los daños eran mayores de los que se veían con teleobjetivo y cuando se ha visto de cerca se ha comprobado la necesidad de la intervención, ha asegurado Eduardo Martínez. Aunque es una apuesta "costosa" del cabildo catedralicio, el arquitecto responsable de las obras ha afirmado que "ha merecido la pena" y se ha mostrado satisfecho con el resultado de los trabajos que se han prolongado unos siete meses. De este trabajo se han extraído numerosas muestras de materiales que servirán para la investigación, han quedado documentadas todas las patologías y los elementos retiradas se encuentran bajo custodia.

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