Roma no renuncia a su Ópera ni en tiempos de crisis

A los acordes del himno nacional, la temporada de ópera italiana levanta su telón. Los asistentes, políticos, financieros, la aristocracia, personalidades del arte y de la moda aplauden al Jefe del Estado presente en el acto.

En el foso, bajo la prestigiosa batuta de Riccardo Muti la orquesta ataca los compases de Mcbeth, la ópera de Verdi sobre el drama de Shakespeare, el afán de poder que enloquece a sus protagonistas. Italia acaba de vivir un problema semejante y la música, una vez más se hace intérprete de la realidad.

“La música es un elemento fundamental para la construcción de una sociedad mejor”. Con estas palabras, Riccardo Muti valoraba la puesta en escena de Mcbeth. Ni en los momentos más difíciles de su historia, Italia ha renunciado a la ópera, por eso la apertura de la temporada lírica en Roma, a pesar de la crisis, ha sido un acontecimiento del máximo brillo social.

Único ausente al estreno fue el presidente Mario Monti volcado en resolver la crisis. Esperando que lo consiga sus conciudadanos más privilegiados brindan con champan por un futuro menos dramático.