¿Sabes de dónde viene el árbol de Navidad? Este es su verdadero origen

El árbol es uno de los protagonistas indiscutibles de cada Navidad en todos los hogares, pero pocos conocen el origen de esta tradición. También ponemos adornos, bolas, la estrella en la punta del árbol… pero, ¿qué simbolismo hay detrás de toda esta magia navideña?

Lo que es una realidad es que el árbol de Navidad tiene detrás una historia fascinante que va más allá de su uso decorativo en las fiestas. Esta tradición, que hoy asociamos con alegría y celebración, se remonta a tiempos antiguos; donde las culturas paganas y, posteriormente, cristianas lo adoptaron como símbolo de vida, renovación y espiritualidad.

Descubre el origen pagano del árbol de Navidad

La tradición de decorar árboles durante el invierno tiene sus raíces en el antiguo Egipto. Durante el solsticio de invierno, los egipcios llevaban plantas a sus hogares como símbolo de esperanza y consuelo en los días más fríos y oscuros del año. Además, estos árboles también eran un tributo al dios del sol, Ra, en honor a la promesa de que la luz regresaría.

Asimismo, las culturas europeas utilizaban árboles y ramas perennes durante los solsticios de invierno como símbolos de vida y renacimiento. Por ejemplo, los celtas y nórdicos decoraban sus hogares con ramas de árboles de hoja perenne para honrar a sus dioses y representar la continuidad de la vida durante los meses fríos.

Este es el origen cristiano del árbol de Navidad

Según el cristianismo, el árbol de Navidad fue una idea de Bonifacio de Maguncia, el santo que evangelizó a los pueblos germanos. Bonifacio vio cómo los "bárbaros" adoraban a un roble que consideraban representación del dios Thor, así que, por venganza, taló el roble y lo sustituyó por un pino que, al ser un árbol perenne, simbolizaba el amor eterno de Dios.

La tradición del árbol de Navidad se extendió por Europa y más tarde por todo el mundo, ganando popularidad en Inglaterra durante el reinado de la reina Victoria y el príncipe Alberto, quienes promovieron esta práctica familiar y festiva. The Illustrated London News publicó, en 1848, una fotografía de la familia real alrededor del árbol navideño y, tras esto, se convirtió en una tradición mundial.

¿Y lasbolas de Navidad que colocamos en el árbol?, te preguntarás. Pues bien, en sus inicios, los árboles de Navidad se decoraban con manzanas rojas, fruta que representa el pecado original. Pero las manzanas se echaban a perder, por ello se sustituyeron por bolas: esferas de vidrio, de plástico u otros materiales.

Por último, también hay una leyenda que vincula a Martin Lutero con la iluminación del árbol de Navidad. El impulsor de la Reforma protestante vio una estrella fugaz en el cielo. Conmovido por esta majestuosidad, quiso representar su brillo dentro de casa, por lo que añadió pequeñas velas a un árbol que cortó de su jardín. Posteriormente, estas velas derivaron en luces. Hoy en día, es innegable que el árbol de Navidad es un símbolo universal de celebración, unión y esperanza durante las fiestas de Navidad.

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