Joaquín Sabina saca nuevo libro a la venta bajo el título 'Sabina muy personal'. Un libro que describe como una sucesión de dibujos, poemas empezados, letras de canciones que pudieron haber sido y no fueron.
Crónicas de sus conciertos, viajes o comentarios a noticias de actualidad. 'Muy personal' es el resultado de muchos días en los que su autor se encerraba para concentrarse entre concierto y concierto.
Tenía prohibido hablar para recuperar la voz, y los cuadernos y sus miles de rotuladores eran sus aliados para matar el tiempo. Mucho más que un diario y más que un libro de apuntes. 'Muy personal' es un libro único lleno de curiosidades.
'Sabina muy personal' es el universo creativo del autor al que solo los íntimos han podido acceder; dibujos talentosos de un autodidacta, arranques de canciones que se quedaron en un vano intento, crónica de una tarde con su hija, diario de amigos y anotaciones con fundamento.
"Como no debo hablar entre conciertos para no gastar voz, sueño despierto en la penumbra añil de los hoteles, con Matisse, con el Roto, con pinceles. Piedad para este torpe dibujante que ni siquiera supo ser cantante que rompe las cadenas del buen gusto con un trazo cabrón fugaz injusto en un pretérito imperfecto. La línea curva sin ángulo recto me cautivó más tarde; mil colores maquilllaron mis viernes de dolores y desde hace dos años las mañanas las dedico a pintar una ventana abierta al sol de tirso de Molina".
Biografía del autor
Joaquín Ramón Martínez Sabina (Jaén, 1949), es hijo de un comisario de policía. Con 14 años comenzó a escribir poemas y a componer música en una banda formada por amigos, los 'Merry Youngs'. En su época escolar escribía versos y leía a Fray Luis de León, Jorge Manrique y José Hierro mezclados con Proust, Joyce y Marcuse.
En 1970 comienza a colaborar con la revista Poesía 70. En ese mismo año lanza un cóctel molotov contra una oficina del Banco Bilbao, lo que le obliga a exiliarse, primero a París y después a Londres con un nombre falso.
Allí empezó a buscarse la vida como cantante y a sobrevivir de ello en cafés y en el metro de Londres.