El mural más grande del mundo tiene 21.000 metros cuadrados y solo es posible verlo desde el cielo. Un selfie hecho desde un dron en el lago Baikal, al sur de Siberia, es rotundamente distinto, una perspectiva única. Estas imágenes de centenares de fotógrafos compiten estos días por lograr ser reconocidos como la mejor instantánea realizada a decenas de metros de altura.
También son candidatas las fotografías en las que se ve la sombra de unos camellos, una carretera cruzando un bosque en Rumanía, un campo de lavanda en Francia o una pareja descansando entre palmeras. Todo adquiere otra dimensión desde el aire.