La Reina y la presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, inaugurarán este viernes en Toledo la muestra 'El Griego de Toledo. Pintor de lo invisible y lo invisible', que estará abierta al público durante los próximos 3 meses. En ella se exponen algunas de las obras de El Greco que, una vez restauradas, han recuperado su luz, color y belleza originales.
'El griego de Toledo' es la gran exposición del año en que se conmemora el cuarto centenario de la muerte del pintot, pero también es "la exposición más relevante, más importante, más significativa que se ha hecho nunca sobre nuestro pintor", ha subrayado el presidente de la Fundación El Greco 2014, Gregorio Marañón.
El grueso de la exposición está en el Museo de Santa Cruz, donde se muestran sus propios 'grecos' (once) y todos los que han llegado desde once países y 29 ciudades de todo el mundo. En total, 76 pinturas, incluyendo el 'San Pedro y San Pablo' del Hermitage de San Petersburgo (Rusia), que no ha llegado a tiempo para la inauguración, pero que estará en Toledo la semana que viene.
Los demás edificios de Toledo que muestran la obra de El Greco son la sacristía de la Catedral, la iglesia y la sacristía del Hospital Tavera, la iglesia de Santo Tomé, el convento de Santo Domingo el Antiguo y la capilla de San José. No en vano, Gregorio Marañón ha dejado claro que "solamente en Toledo podíamos celebrar esta exposición".
Fernando Marías, comisario de la exposición ha subrayado que El Greco "no habría pintado igual" si hubiera vivido en otra ciudad. "Posiblemente, en Creta no hubiera sido el pintor que fue aquí. En Roma tampoco, porque no le hubieran encargado retablos. Toledo precipita, extrema, aquellas consideraciones de carácter teórico y práctico en una relación de amor, admiración, crítica y rechazo", ha explicado el comisario.
Fernando Marías ha dicho que El Greco que se conoce en 2014 no es un pintor "pasivo" sino que intentó imponer sus pensamientos y sus criterios estéticos, y también fue un artista que disfrutó pintando "de una manera bella".
En este sentido, ha señalado que "el Greco no es un Greco torturado, no un Greco en estado de meditación, no un Greco místico, no un Greco que rompe y anula su personalidad, sino un Greco completamente distinto: éste es el Greco que conocemos en 2014. Evidentemente, pintor de pintura religiosa, pero de una pintura religiosa que nos emociona hoy, no que emocionaba en 1600".
La exposición se articula en cuatro grandes secciones que abre el cuadro 'Vista y plano de Toledo' y el autorretrato del Greco, para adentrarse en los lienzos religiosos de su primera etapa, repasar la visión más tradicional que se tiene del pintor, mostrar sus retablos y también abordar al Greco "inventor de mundos alternativos".
Con un presupuesto aproximado de dos millones de euros, Marañón ha destacado que no ha habido "mercadeo de compensaciones económicas" a los prestamistas de las pinturas y que se ha sido "inflexible" en este aspecto.
También ha destacado Gregorio Marañón que el cuarto centenario de la muerte del Greco es "un gran proyecto" del Estado, de Castilla-La Mancha y de la ciudad de Toledo, y ha agradecido el apoyo y esfuerzo a todos los que han trabajado, colaborado y hecho posible esta exposición.